Se informó que un grupo de científicos descubrieron una nueva especie de abeja, conocida como Ceratina (Ceratinula) fioreseana, en una granja de la iniciativa ForwardFarm de Bayer en Água Fria de Goiás, Brasil.
La nueva especie de abeja fue identificada por primera vez por Favizia Freitas de Oliveira, científica investigadora del Instituto de Biología de la Universidad Federal de Bahía de Brasil, y por Hebert Luiz Pereira, consultor de Bayer cuya firma, HP Agroconsultoria, se enfoca en la producción y conservación de abejas.
En 2017, ambos comenzaron a trabajar con Henrique Fiorese, cuya familia es propietaria de la Finca Nossa Senhora Aparecida, donde se realizó el descubrimiento. Los detalles que rodean el descubrimiento se presentaron en la edición del 23 de diciembre de 2020 de ZooKeys Journal, una publicación científica internacional.
A través de la iniciativa ForwardFarm, la empresa colabora con agricultores independientes como Fiorese en lugares de todo el mundo para compartir conocimientos sobre agricultura moderna y sostenible a través de experiencias de primera mano.
Pereira y Freitas de Oliveira descubirieron la nueva especie, que es una abeja solitaria que no vive en colonias, mientras estudiaban a otras abejas que estaban construyendo sus nidos dentro de hoteles de insectos que habían sido instalados, asimismo estas abejas viven en nidos ubicado en espesos bosques dentro de la reserva natural de la finca y sus huertas.
“Recolectamos algunos especímenes (femeninos y masculinos) en el estudio de campo”, dijo Freitas de Oliveira. “Además de estos, identificamos otras 72 especies de abejas nativas brasileñas durante una evaluación rápida para monitorear la diversidad de polinizadores alrededor de los cultivos de soya”.
La nueva abeja Ceratina fioreseana es miembro del subgénero Ceratina (Ceratinula), una de las 38 especies en las Américas, 15 de las cuales se encuentran en Brasil. Como abeja solitaria, vive sola, no produce miel ni tiene reina, sin embargo, pertenece a un grupo de importantes polinizadores para plantas y cultivos.
Se identifica por sus distintas partes faciales y corporales, incluido el patrón único de manchas en su cara, sus patas de color amarillo miel y sus genitales masculinos, que son diferentes de especies similares dentro del género. La abeja lleva el nombre de la familia Fiorese, propietaria de la granja donde vive.
“Este descubrimiento refuerza la coexistencia armónica entre la agricultura y la población de abejas”, dijo Cláudia Quaglierini, gerente de Inteligencia Tropical de Bayer. “A través de esta asociación, pudimos ver que teniendo en cuenta las buenas prácticas agrícolas, podemos verificar la diversidad y productividad de los polinizadores que han existido en la finca por más de 30 años. De hecho, las abejas pueden brindar mejores resultados de productividad a través de la polinización».
Entre el cinco y el ocho por ciento de los alimentos que se cultivan a nivel mundial dependen de la polinización de insectos, entre ellos las abejas. Freitas de Oliveira dijo que la investigación que la llevó a descubrir la nueva especie de abeja también proporcionó datos clave, a través de la observación, sobre la relación entre abejas, plantas y agricultura sostenible.
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