A partir de secuencias de ADN y análisis morfológicos que contrasta poblaciones de todo el litoral americano del Océano Pacífico, investigadores de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de México y de Ecuador descubrieron tres nuevas especies de peces en las islas Galápagos, lo que representa un gran suceso en el mundo biológico no sólo porque una de ellas podría ser endémica de este complejo insular ecuatoriano, sino porque permite entender los complejos procesos evolutivos a escala mundial.
Se detalló que los ejemplares pertenecen a los géneros marinos Scorpaenodes y Malacoctenus y estuarino Gobiomorus que significaría la existencia de tres posibles especies nuevas de peces descubiertas en dos expediciones realizadas en el litoral de las Islas del Archipiélago Ecuatoriano de las Galápagos y frente a las costas del Ecuador.
Este estudio duró tres años y apenas en julio pasado el Ministerio de Ambiente de Ecuador y la Dirección del Parque Nacional Galápagos confirmaron el hallazgo tras señalar que “los estudios a nivel molecular les dan diferencias genéticas y morfológicas de otros similares de la región del Océano Pacífico”.
Las dos expediciones fueron realizadas bajo un proyecto de colaboración académica entre diversas universidades y centros de investigación de México, Centro y Sudamérica bajo el liderazgo de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, donde se trabaja para entender la evolución de los peces marinos y estuarinos en el Pacífico Tropical de América y en donde los científicos colectaron ejemplares de peces que fueron sometidos a rigurosos análisis de secuencias de ADN y comparaciones morfológicas.
De acuerdo al investigador mexicano, Omar Domínguez, este descubrimiento es sumamente importancia porque revela algunos detalles de los intrincados procesos ecológicos y biológicos que han determinado la evolución de estas especies en un mundo que aparentemente no tiene barreras para el movimiento de los peces.
Además, evidencia que estamos muy lejos de conocer la diversidad real de este grupo de vertebrados, incluso en regiones ampliamente estudiadas que son un icono en el estudio de la evolución, el conocimiento, conservación y uso sustentable de la biodiversidad mundial, como es el caso de las Galápagos.
Para el científico nicolaita el descubrimiento reafirma la necesidad irrenunciable a trabajar en la conservación del archipiélago, pues dos de estas tres posibles nuevas especies serían organismos endémicas de las islas y una de ellas sólo reportada en cuerpos de agua costeros alimentados por la escasa agua dulce en la Isla San Cristóbal.
Al respecto, Ireri Suazo Ortuño, directora del Instituto de Investigaciones sobre Recursos Naturales de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo de México, reconoció el trabajo de campo de los estudiantes y el liderazgo de Omar Domínguez a quien catalogó como uno de los ictiólogos más importantes de México con un amplio reconocimiento en el ámbito académico internacional.
Sostuvo que este hallazgo confirma que la UMSNH realiza investigación de frontera por lo que debe existir un mayor apoyo financiero que permita desarrollar nuevas investigaciones biológicas y ecológicos que son elementales para entender los complejos procesos evolutivos y, sobre todo, para impulsar y sostener acciones de conservación y protección de la biodiversidad.
El descubrimiento de estas especies genera una discrepancia con la creencia de que el medio marino tiene «… una conectividad continua por no existir barreras geográficas», determinó el ministerio ambiental al indicar que “… existen poblaciones bien estructuradas de otros peces que han evolucionado de manera aislada en archipiélagos como el de Galápagos».
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