Se prevé que para el año 2050, la población mundial alcanzará la cifra de 9 mil 700 millones de habitantes, lo que causará un incremento en el consumo de recursos naturales; lo cual, pondrá al límite al planeta en materia de sustentabilidad. De ahí que diversas naciones realicen acciones ambientales para el futuro cercano y lejano.
Un caso de ello es Alemania en donde existen desde hace más de 25 años diversos instrumentos –como las llamadas Ecozonas, que son áreas geográficas que sólo permiten el acceso a vehículos de poca contaminación– para reducir gradualmente las emisiones de CO2.
La empresa alemana Bosch, con presencia en México ha desarrollado nuevos modelos de negocio, como el convenio realizado con Skygo Fuel Systems LLC, que tiene como principal objetivo maximizar la eficiencia energética en motores para instalaciones industriales. Los beneficios de esta iniciativa serán una reducción del 60 por ciento en el consumo de combustible y la disminución en un 22 y 19 por ciento de las emisiones de CO2, de óxido nítrico y dióxido de nitrógeno, respectivamente.
Mientras que la armadora de vehículos, Daimler, fue la primera empresa en impartir cursos de conducción técnico-económica en sus plantas ubicadas en el Estado de México, Coahuila y Nuevo León, en México, teniendo como finalidad mejorar el rendimiento de combustible en los automóviles al enseñar a los operadores a conducirlos de manera apropiada.
Por su parte, la automotora Volkswagen de México, se ha propuesto que, para el año 2018 se produzcan automóviles y componentes que sean 25 por ciento más amigables con el medio ambiente, ello en su planta ubicada en el estado de Puebla. Aunado a esto, la empresa automotriz ha llevado a cabo programas de reforestación en el Parque Nacional Izta-Popo (los dos volcanes que se ubican al sur oriente del Valle de México), y en la sierra de Lobos, así como iniciativas de concientización y participación social en diversas zonas.
Por último, está la empresa química, BASF, quien se ha enfocado en conservar el agua, la energía y la producción de alimentos, por lo que se replantearon la forma de ver la sustentabilidad, definiendo su portafolio de productos de acuerdo a la capacidad de crear soluciones sustentables con sus clientes.
En 2014 hicieron público un nuevo proceso para orientar este portafolio utilizando el criterio de sustentabilidad. A finales del mismo año, habían analizado alrededor de 50,000 aplicaciones de productos para continuar su estrategia de «Creamos Química» .
Todas estas acciones se han difundido en el marco del Año Dual Alemania-México 2016-2017, para así compartir sus experiencias en sustentabilidad con México en áreas de suelo, agua, aire, entre otros sectores.
Cabe mencionar que México, ocupa el noveno lugar entre los países de mayor emisión de contaminantes: Sin embargo, se está intentando contrarrestar esta situación al imponerse nuevos objetivos para reducir estas emisiones y mitigar los estragos del cambio climático.
Desde hace años, estas acciones han recibido la asistencia de la Cooperación Alemana al Desarrollo Sustentable (GIZ, por sus siglas en alemán), que ha creado la Alianza Mexicana-Alemana de Cambio Climático, prestando sus servicios desde la década de los 70 al gobierno mexicano.
Esta organización actualmente cuenta con 180 colaboradores y alrededor de 20 programas en el país con enfoques tales como: Biodiversidad, sustentabilidad urbana e industrial, energía sustentable, cambio climático, formación dual y economía sustentable, y buena gobernanza.
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