La obtención de nuevas patentes y la conservación de las registradas en el ramo energía es esencial para el Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), ello, ante la llegada de los nuevas empresas al sector energético, señala Raúl Cruz Marqués, gerente de Gestión del Conocimiento del IMP, quien explica que de esa manera se garantiza su explotación y la recuperación de la inversión para poder continuar con la generación de conocimiento para la industria petrolera.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, por su proceso de investigación y protección de sus resultados, el Instituto Mexicano del Petróleo se ha mantenido como la institución con el mayor número de patentes concedidas en el sector energético, y dentro de los diez centros de investigación y universidades que más patentan en el país.
Al 31 de enero de 2017, el IMP ha presentado 1,444 solicitudes de patentes (1,057 nacionales y 387 internacionales), de las cuales le han sido concedidas 954 (786 nacionales y 168 internacionales). En cuanto a derechos de autor, el IMP cuenta con 3,028.
Datos del 2016 indican que el Instituto obtuvo 47 patentes (12 nacionales y 35 internacionales) tanto en México como en Estados Unidos, Canadá, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Holanda y Colombia, entre otros países.
Como las patentes protegen productos y tecnologías que pueden ser explotados comercialmente, es muy útil registrarlos «para evitar la piratería, sobre todo para poder aplicarlos industrialmente o comercializarlos con empresas nacionales o extranjeras”.
Consideró que patentar es importante porque se genera una fortaleza en cuanto a capacidades de desarrollo de investigación y de tecnología. Además, los activos intelectuales protegidos se explotan principalmente mediante productos y servicios que el IMP elabora y suministra.
Para esto, el Instituto diseña estrategias de protección para cada uno de los desarrollos que tiene con un enfoque de explotación comercial, y a partir de ello también decide el tipo de patente a solicitar, nacional o internacional.
Respecto al nivel de patentamiento que ha desarrollado el Instituto, su actual director, Ernesto Ríos Patrón, sostuvo que el IMP “trabaja en proyectos de alto valor tecnológico, enfocados a atender a toda la industria petrolera. En más de 50 años hemos desarrollado tecnología, infraestructura, servicios e investigación y preparado a los especialistas, generando numerosas patentes“.
LOS QUÉ Y CÓMO DE LAS PATENTES
Explicó que una patente es el reconocimiento que hace el Estado a favor del titular de una invención mediante un documento legal (título), otorgando el derecho de explotación (industrial y/o comercial) de la invención de manera exclusiva, dentro de un periodo y territorio determinados. A cambio de este “monopolio temporal”, el titular de la patente acepta hacer público el contenido de la misma, usar la patente en alguna actividad industrial o comercial y conceder licencias para que otros puedan explotarla, si el titular no está en condiciones de hacerlo.
Bajo este concepto, Cruz establece que para el IMP, dedicado a las industrias petrolera y petroquímica, resulta eficaz mantener las patentes, ya que al ser un centro público de investigación generador de conocimiento, conservarlas genera certeza jurídica en cuanto a la titularidad de los derechos para poderlas explotar.
La primera solicitud de patente —Procedimiento para obtención de agentes deshidratantes de aceites crudos— se presentó en diciembre de 1967 y fue concedida en julio de 1970. Fue registrado en el área de procesos químicos, petroquímicos y de refinación y los inventores fueron Fernando Manzanilla Sevilla, exdirector del IMP, junto con los investigadores Jorge de Landa Siliceo y Oliverio Moreno Lamont.
La patente más reciente —Formulaciones de homopolímeros base acrilatos de alquilo empleadas como antiespumantes en aceites crudos pesados y superpesados— se presentó en diciembre de 2014 y fue concedida en febrero de 2017.
Comentarios Cerrados