Aunque todavía se observan algunas ballenas en las Lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, Península de Baja California al norte del país, la ballena gris ha iniciado su migración a los mares de Alaska y su avistamiento terminó el 30 de abril.
De acuerdo con los censos realizados por la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), en la actual temporada entraron a las Lagunas Ojo de Liebre y San Ignacio 2,531 cetáceos, de los cuales 1,095 son ballenatos y 1,436 son ejemplares adultos.
La Laguna Ojo de Liebre recibió 2,211, mientras en la Laguna San Ignacio entraron 320. En esta temporada, se registraron aproximadamente 14 mil 800 visitantes y se autorizaron 51 permisos a prestadores de servicios turísticos para ambas lagunas.
La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP), trabaja para la conservación y protección de la ballena gris (Eschrichtius robustus), una de las especies más grandes del mundo marino, la cual se encuentra en la categoría de protección de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana 059-SEMARNAT 2010.
Cabe recordar que el gobierno mexicano realiza acciones de conservación y protección por medio de trabajos permanentes de monitoreo y censos semanales, y participa en acciones de vigilancia diversos organismos federales, y con la colaboración de los comités de vigilancia participativa conformados por pescadores, ejidatarios, pequeños empresarios y sociedad civil organizada.
Además que se labora con comunidades locales en proyectos de infraestructura turística como lo son muelles, cabañas, restaurantes, senderos y señalización, los cuales garantizan el fortalecimiento a las actividades ecoturísticas de observación de ballena gris.
Tres de las empresas ecoturísticas para observación de ballena gris se encuentran certificadas bajo la Norma Mexicana NMX-AA-133-SCFI-2013. Requisitos y Especificaciones de Sustentabilidad del Ecoturismo, que tiene como objetivo consolidar productos turísticos que incorporen óptimas medidas de desempeño sustentable para lograr beneficios ambientales, sociales y económicos en un marco de competitividad.
Por su valor universal excepcional como el mejor sitio en el mundo para la reproducción y crianza de la Ballena Gris, se inscribe como Sitio de Patrimonio Mundial de la Humanidad al Santuario de Ballenas de El Vizcaíno en 1993.
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