En el marco del 79 aniversario del Parque Nacional Pico de Orizaba, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) presentó el Programa de Manejo de este sitio en el que se establecen las actividades, acciones y lineamientos básicos para el manejo y la administración del Parque.
Avances en la preservación que ha sido posible por la consolidación de una base social participativa y comprometida. En la actualidad existen cerca de 40 grupos comunitarios de los estados de Veracruz y Puebla que están trabajando en tareas de restauración y conservación de la montaña.
Además, se dio a conocer algunos resultados que en materia de conservación se han obtenido en una de las áreas con singular belleza paisajista y rica en biodiversidad. Bioma que abastece de agua a millón y medio de personas de las ciudades aledañas; además las resguarda y protege ante los fenómenos climáticos extremos, por la capacidad de sus bosques de reducir la vulnerabilidad.
El Pico de Orizaba es la montaña más alta de México, mide 5,636 metros sobre el nivel del mar, protege ambientes de alta montaña con especies de flora y fauna particulares y adaptadas a climas extremos, algunas de las cuales sólo se encuentran a altas elevaciones.
De la cima del Pico de Orizaba se originan los ríos Blanco, el Cotaxtla, el Jamapa, el Metlac y el Orizaba, todos forman parte de la cuenca del Papaloapan, así como el río Balsas y sus afluentes que forman la cuenca del Balsas. Agua que desciende hacia la ciudad de Orizaba y Córdoba de los deshielos del volcán.
Esta montaña comprende parte de los siguientes Municipios: Tlachichuca, Chalchicomula de Sesma, Atzitzintla, estos tres pertenecen al Estado de Puebla; y Calcahualco y la Perla pertenecientes al Estado de Veracruz.
Las tareas de conservación han dado como resultado el establecimiento de fauna como gato montés y coyote, lo que habla de un bosque sano que tiene la capacidad de albergar y alimentar a este tipo de especies.
Esto se ha podido comprobar gracias a la operación del proyecto comunitario de monitoreo de fauna en el que participan 34 personas capacitadas que han apoyado para establecer las cámaras de fototrampeo y estaciones olfativas para detectar las huellas de los felinos y fauna acompañante.
Además, desde 2012 opera un programa de restauración de Cuencas prioritarias financiadas por la Comisión Nacional Forestal (Conafor) que contemplan la restauración de 4,300 hectáreas con una inversión superior a los 110 millones de pesos (6.1 millones de dólares) en obras de restauración de suelos, reforestación y mantenimiento de los bosques de pino negro(Pinus hartwegi), árbol nativo de la montaña y que tiene la capacidad de crecer a mayor altura en todo el planeta.
Igualmente en este año se realiza un estudio de “El Gran Sendero” que ayudará a determinar el potencial turístico del Parque Nacional y permitirá orientar las acciones de inversión de los próximos años buscando un turismo de bajo impacto ambiental, respetuoso con el medio ambiente y con una amplia participación de las comunidades.
El parque presenta cuatro tipos de vegetación: bosque de oyamel, bosque de pino, pastizal y páramo de altura. Dentro de los más representativos están el bosque de Oyamel ubicado de los 3,200 a 3,600 msnm y se compone principalmente por Alnus, Quercus sp., Abies religios y Abies hickelii. Esta última especie en peligro de extinción enlistado en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
La fauna del área pertenece a la zona natural tropical alta, alberga a 47 especies de mamíferos, 4 de ellos endémicos y 9 en alguna categoría de riesgo; 48 especies de anfibios y reptiles, 27 de ellos endémicos y 31 en alguna categoría de riesgo. Además, 67 especies de aves, 9 de ellas endémicas y 4 en alguna categoría de riesgo de acuerdo a la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010.
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