Después de más de un año de estancamiento, los negociadores finalmente avanzaron en la cuarta ronda de conversaciones del tratado sobre los plásticos (INC-4), con un apoyo decisivo y creciente entre las partes sobre la necesidad de que el tratado incluya objetivos de reducción de plásticos, con más de 50 países a favor.
«El INC-4 marca un punto de inflexión en la lucha contra la contaminación por plásticos, a pesar de los esfuerzos de los países petroleros y de la industria por bloquear el progreso y rebajar la ambición», afirma Ana Rocha, Directora de Política Global de Plásticos de GAIA. «Los países de todo el mundo están cada vez más dispuestos a reducir la producción de plástico. Cada vez más líderes están despertando a lo que la ciencia y nuestras experiencias nos dicen: el plástico es contaminación, y necesitamos detenerlo desde el origen.»
El mérito del creciente cambio radical en la reducción de los polímeros plásticos primarios (PPP) corresponde a las regiones del Sur Global, en particular África, América Latina y los pequeños Estados insulares en desarrollo (PEID). Ruanda y Perú fueron los primeros en pedir un objetivo de reducción del plástico del 40% para 2040. La propuesta de Ruanda y Perú es la primera vez que un grupo de países propone un objetivo específico de reducción de la producción de plástico, aunque no lo suficientemente alto como para evitar el incumplimiento del objetivo climático de 1,5 °C. Otros países que se han manifestado abiertamente son Fiji, Angola, Filipinas, Senegal, Tailandia y Perú.
«A menos que abordemos las realidades del Sur global, este problema de la contaminación por plásticos no desaparecerá, dejando que nuestros pueblos y entornos soporten sus impactos más perjudiciales. El Grupo Africano de negociadores en el INC-4 ha demostrado su fuerza y unidad en el INC-4, en nombre de todos hoy y de las futuras generaciones», afirma Merrisa Naidoo, responsable de la Campaña sobre Plásticos de GAIA África.
En otro salto adelante en el proceso del tratado, los países han comenzado a negociar el texto del tratado en sí, por primera vez en el proceso del INC, y el largo y difícil de manejar Borrador cero revisado del INC-3 se redujo a un texto previo viable para un tratado final. En este borrador simplificado, las prioridades políticas clave de GAIA están muy presentes: la reducción de polímeros plásticos primarios, la erradicación de sustancias químicas tóxicas en los productos, un mecanismo financiero independiente y la consagración de una transición justa.
A pesar de estos logros, o tal vez debido a ellos, la sesión plenaria de clausura se vio sumida en la confusión cuando la propuesta del Presidente para el trabajo entre sesiones (reunión entre INC-4 y 5) no respetó las propuestas más ambiciosas presentadas por los países del Sur global, capitulando ante la voluntad de los Estados miembros menos progresistas al presentar una agenda que excluye polímeros plásticos primarios (PPP).
«Las molestias de esta noche demuestran que las injusticias históricas se han abierto paso en los pasillos de las negociaciones del tratado sobre plásticos», afirma Camila Aguilera, Responsable de Comunicación de GAIA América Latina y el Caribe. «Los países del Sur global que están luchando con todas sus fuerzas por un tratado sobre plásticos sólido han sido pasados a llevar por la voluntad de las naciones ricas. El debate sobre el trabajo entre sesiones es una representación de estas divisiones geopolíticas entre el Norte global y el Sur global».
La propuesta entre sesiones limitaba el alcance de las conversaciones sobre el mecanismo financiero a centrarse en las fuentes de financiación existentes y en la financiación privada, amenazando los avances en esta faceta decisiva del tratado.
Arpita Bhagat, responsable de Política de plásticos para Asia y el Pacífico de GAIA, afirma: «Los países del Norte global intentan eludir su responsabilidad sugiriendo que las necesidades del Sur global pueden satisfacerse a través de los fondos financieros medioambientales existentes, como el Fondo Mundial para el Medio Ambiente, cuando los países han dejado claro que los recursos existentes no son suficientes, ni accesibles para los más necesitados.»
También es preocupante la promoción de la Responsabilidad Ampliada del Productor y los créditos de plástico, controlados por la industria y en gran medida no regulados, por parte de entidades como el Banco Mundial, Verra, Plastic Credits Exchange y muchas más. Los informes de investigación han puesto de manifiesto que los créditos de plástico son un plan de lavado verde que agrava el problema del plástico al quemarlo en los hornos de cemento.
A última hora, se alcanzó un compromiso para los trabajos entre sesiones con una propuesta de Brasil que incluía opciones para el establecimiento de un mecanismo financiero, atendiendo a la petición de los países del Sur global afectados.
La cuestión de si se incluirá a la sociedad civil en este paso crítico del proceso sigue sin resolverse. Jessica Roff, Directora del Programa de Plásticos y Petroquímicos de GAIA Estados Unidos y Canadá, afirma: «Después de múltiples garantías de compromiso con nuestra inclusión, el gobierno de Estados Unidos permaneció en silencio mientras la presidencia ignoraba las repetidas peticiones de inclusión por parte de los países más progresistas.»
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