La actividad agrícola en la región de América Latina y el Caribe experimentará un crecimiento en los próximos 10 años, debido a la expansión del área cultivada, así como la mejora de los niveles de rendimiento, ello fue difundido por parte de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).
Se detalló que las semillas oleaginosas y cereales secundarios ya dominan el uso del suelo en Latino América, y en respuesta a la fuerte demanda de harina proteica, el área de semillas oleaginosas se expande un promedio anual de 1.2% durante el periodo de las perspectivas. Si bien se plantarán semillas oleaginosas en una mayor parte de la superficie adicional, esta expansión no se da a expensas de otros cultivos importantes, pues el área sembrada con cereales secundarios también se expande 0.7% anual, mientras que la superficie de trigo aumenta 0.6% anual.
El informe OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2015-2024, proyecta un escenario mundial en el que el comercio agrícola crecerá a menor ritmo que en la década anterior, mientras que la proporción global de producción y consumo se mantendrán estables, provocando una disminución gradual en los precios reales de los productos agrícolas durante los próximos diez años.
Estas Perspectivas prevén también una mayor demanda por proteínas de origen animal, lo que empujará a los mercados de los alimentos. El aumento de ingresos provoca que los consumidores diversifiquen sus dietas al aumentar su consumo de proteínas animales en relación con los almidones. Por esta razón, se espera que los precios de los productos cárnicos y lácteos sean altos en relación con los precios de los cultivos.
En el caso de México y su impulso al rubro agrícola, el banco BBVA Bancomer dio a conocer que el financiamiento de este sector registra una cartera total de 120 mil millones de pesos (7 mil millones de dólares), con una base de clientes de 600,000 productores.
La Asociación de Bancos de México (ABM) y la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario Rural, Forestal y Pesquero, firmaron un convenio para ofrecer más acceso y mejores condiciones de crédito a los productores del sector primario del país. Así quedó establecido en el documento que signaron Luis Robles Miaja, presidente de la Asociación de Bancos de México (ABM) y Juan Carlos Cortés García, director general de la Financiera Nacional de Desarrollo Agropecuario Rural, Forestal y Pesquero.
Robles Miaja dijo que en los últimos años la actividad agropecuaria ha recobrado su dinamismo y ha sido un componente de importancia creciente en la actividad económica del país e inclusive en el favorable comportamiento de la inflación.
Muestra de ello es el dato del IGAE dado a conocer por el INEGI, que nos muestra que las actividades primarias en el mes de agosto de este año crecieron 6.6% respecto al mes anterior, y un impresionante 7.7% respecto al mismo mes del año pasado, agregó.
Resaltó que lo anterior, en un contexto en el que el resto de la economía en su totalidad creció a una tasa de 2.8% respecto al año pasado. Es decir, el sector primario creció casi tres veces más que la economía del país.
Por otro lado, el 2014, el sector agropecuario aportó casi 8% del PIB nacional; esta dinámica lleva ya varios años. De junio de 2012 a la fecha el sector ha crecido a una tasa real de 9%, cifra muy superior a la de la economía nacional.
Además, México es una potencia exportadora en varios productos agrícolas; es el primer exportador a nivel mundial de limón, aguacate, papaya, coles de Bruselas, mango, cerveza de malta y tequila; y el segundo del mundo de tomate, cebolla, chile, y sandía
Como resultado, el crecimiento de las exportaciones del sector desde 2010 alcanzó una tasa anual de 9% anual en términos reales. El sector también es una muy importante fuente de empleos, ocupando alrededor del 14% de la población económicamente activa.
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