Con el propósito de atender rápida y eficazmente la necesidad de infraestructura hospitalaria temporal para hacer frente a la pandemia en México, Bambuterra dio a conocer sus Bio-Clínicas COVID-19, estructuras de bambú modulares, portátiles y sustentables, que pueden ser instaladas en tres días.
“Todos los materiales usados son nacionales, tienen un sistema de conexiones para poder desmontar posterior a la emergencia, por lo que son resilientes y pueden reusarse para diferentes fines, gracias al diseño de conexiones de fácil ensamble, que permiten que los procesos de construcción no requieran de personal calificado”, informó Verónica Correa Giraldo, directora de Bambuterra.
Agregó que esta idea surgió ante el alza de materiales de construcción y la necesidad de contar con estructuras que pueden ensamblarse rápidamente, en cualquier lugar, clima y en espacios reducidos.
Las construcciones pueden instalarse en superficies planas, están diseñadas estructuralmente para soportar niveles medios de acciones eólicas y sísmicas, y están dotadas de un sistema de lastre para garantizar la estabilidad, por lo que no requieren obras de cimentación. Cuenta con dos modelos:
Bambudésica: Es un domo geodésico de 10 a 20 metros de diámetro por 7.5 metros de altura, con un área total de hasta 314.15 m², con capacidad para 30 camas. Conformada por una estructura de bambú, plataforma de acero, madera y piso vinílico con cubierta de lona.
Bambóveda: Tienen dimensiones variables con capacidad para albergar hasta 24 camas en un área de 350 m², o más de acuerdo con las necesidades. La estructura es de bambú, plataforma de acero, madera y piso de hule con cubierta de lona.
“En México, la existencia de bambú leñoso estructural es tal que podría satisfacer mensualmente una demanda mínima de 10 mil m² y máxima de 30 mil m² de áreas techadas, lo que implica la generación de espacios para albergar un total de 800 a 2 mil 400 camas, además de que construir con bambú genera una derrama económica directa a productores silvícolas del 15% de monto total de la construcción”, indicó Verónica Correa Giraldo.
Destacó que, dependiendo del tamaño, el costo por metro cuadrado es de 3,500 a 3,800 pesos. Por ejemplo: en el caso de la Bambóveda, se requieren 350 m² para alojar 24 camas, separadas a cada 1.5 m, considerando dos exclusas de entrada y salida. El costo incluye: la estructura de piso con acabado en rollo vinílico, el lastre, la estructura de bambú con conexiones metálicas y una lona nacional. No se incluyen instalaciones ni equipos. Pero se puede adaptar a los usos que se requieran: pabellones de atención general, servicios generales, pabellones de atención de enfermos en cama, cuarto de máquinas, comedor, oficinas, etc.
La directora de Bambuterra explicó que ambas estructuras funcionan de manera adecuada en cualquier clima, pero se requiere de algunas adaptaciones para climatización en temperaturas cálidas.
“Cómo pioneros en el uso del bambú, hemos contribuido de manera activa en el desarrollo de las especificaciones para diseño y construcción nacionales e internacionales, así como en la transferencia tecnológica en distintas escalas de la cadena de valor, para la transformación de culmos de bambú en componentes prefabricados estructurales de alta calidad”, puntualizó la directora de Bambuterra.
Comentarios Cerrados