Por Valeria Rivera, directora general de comunicación para Siemens México, Centroamérica y El Caribe
Hace un par de años las concentraciones globales de gases de efecto invernadero alcanzaron niveles máximos. Según la ONU[1], los datos en tiempo real muestran que el aumento se mantiene. La gravedad de esto es que, conforme dichas concentraciones crecen, también lo hace la temperatura del planeta: de 2015 a 2021 se registró la racha de 7 años consecutivos más cálidos; actualmente, la Tierra tiene 1.1ºC más que en la era preindustrial (1850 a 1900).
A mayor temperatura, el derretimiento de los glaciares se incrementa, lo que conlleva al aumento del nivel del mar. A la par de las inundaciones, el cambio climático también trae consigo otras repercusiones, como las sequías, que provocan que poblaciones enteras deban desplazarse buscando subsistir: la estimación de la ONU es que, para 2030, 700 millones de personas estarán en riesgo de desplazamiento tan sólo por esta situación.
Estamos próximos a conmemorar una edición más del Día Mundial del Medio Ambiente, este próximo 5 de junio; de nuevo, una oportunidad para seguir generando la conciencia que todavía hace falta sobre el difícil panorama que tenemos delante, y fundamentalmente sobre las acciones que es urgente tomar para frenar esta bola de nieve que continúa avanzando.
Cada iniciativa nuestra se conecta con el planeta
Para que el calentamiento no supere los 1.5ºC sobre los niveles preindustriales (como establece el Acuerdo Climático de París), las emisiones globales de gases de efecto invernadero deberían alcanzar su punto máximo antes del 2025, disminuir 43% para 2030 y llegar a cero neto 20 años después (en 2050).
La mala noticia es que, según indica la ONU, hoy por hoy los compromisos de las naciones no son suficientes para que estas metas puedan cumplirse. No es fortuito que uno de los 17 objetivos de desarrollo sostenible planteados por dicho organismo para 2030 sea justamente “Tomar acción urgente para combatir el cambio climático y sus impactos”.
En Siemens lo tenemos claro y, desde hace años, hemos pasado de los planes a la acción porque somos conscientes de que nuestras acciones –tanto en la producción de materias primas para nuestros productos, en la cadena de suministro y nuestras operaciones en general, como en el uso, reciclaje y desecho de productos– tienen un impacto en el entorno.
Estamos comprometidos con la iniciativa de objetivos basados en la ciencia (SBTi), que respalda la meta del Acuerdo Climático de París mencionada con anterioridad. Nuestro objetivo es reducir aún más todas las emisiones de efecto invernadero generadas a lo largo de nuestra cadena de valor, reduciendo el CO2 de nuestras operaciones comerciales hasta que sean compatibles con el objetivo de 1.5ºC. Para esto, jugarán un papel crucial las medidas que ya estamos ejecutando, como la electrificación de nuestra flota de vehículos, la conversión a electricidad verde y la optimización de nuestros edificios, cadena de suministro y cadena de valor ampliada.
Estamos en constante colaboración con socios comerciales para aportar nuestro granito de arena en reducir el impacto ambiental, por un lado, mediante un menor consumo de materiales y suministros, al igual que minimizando el uso energético y las emisiones, y por otro, generando nuevas opciones de reparación, reutilización, reciclaje y reacondicionamiento de dichos materiales.
Por supuesto, hay que mencionar también el compromiso de mitigar cada vez más el impacto ambiental de nuestros sistemas, soluciones y servicios. En este sentido, contamos con Eco Efficiency @ Siemens, parte de nuestro programa de Medio Ambiente, Salud y Seguridad (EHS) que establece un marco sistemático para apoyar el desarrollo de soluciones ecoeficientes, a partir de la definición de objetivos para mejorar la gestión ambiental. Algunos de sus puntos están incorporados en nuestro marco de sostenibilidad DEGREE (bajo la “R” de Eficiencia de Recursos). Entre ellos están, por ejemplo, aumentar 10% la eficiencia energética para este mismo año y reducir el impacto ambiental en nuestras operaciones propias (con metas como bajar a la mitad los residuos para 2025, con la intención de que la gestión de los mismos pueda evitarse por completo para 2030).
Ésta es apenas una pincelada de las acciones que hemos tomado en Siemens con el fin de ayudar a frenar el calentamiento global, así como en pro del medio ambiente y del planeta en su conjunto. Nos esforzamos por ir más allá de lo que exige el contexto, ocupándonos de lograr que lo que hacemos sea compatible, no sólo con los requisitos económicos, sino también con las metas sociales y ecológicas.
Continuaremos dando pasos en este camino, trabajando constantemente en ampliar la concientización de nuestro personal y manteniéndonos en cooperación cercana con nuestros socios de negocio. A la par, nuestros desarrollos e innovaciones seguirán sobre la línea de la sustentabilidad, pues es el componente clave para enfrentar uno de los retos más apremiantes de la historia humana.
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