Marysol García, encargada del concepto de Robogeek, comentó que este es un centro educativo dedicado al empoderamiento infantil, en temas tecnológicos, en donde enseña a los niños que pueden transformar material reciclado en nuevas creaciones robóticas, proyecto dirigido a niños en situaciones vulnerables.
La escuela Robogeek a diferencia de otras escuelas en robótica, utiliza materiales rescatados de la basura. Además de conocimientos de robótica a nivel de posgrado, se busca que los niños aprendan que, con el reciclaje, le pueden dar un nuevo uso a sus propios juguetes.
Esto bajo el objetivo de enseñar a los estudiantes a reconocer componentes electrónicos funcionales, dentro de “basura electrónica”, para que puedan crear sus proyectos de robótica, despertando en ellos el gusto por la tecnología, la creatividad y la lógica.
Siendo un centro educativo con características de aprendizaje diferentes enfocado a poblaciones infantiles en situaciones de riesgo; siendo su desarrollo en el estado de San Luis Potosí, en donde no existen escuelas de robótica, inclusivas, y, dijo, “que además trabajen en el desarrollo de habilidades de los niños como son la creatividad, lógica-matemática etc, y se busca darles las herramientas que estén a su alcance económico, por eso la idea de trabajar con reciclado, ayudamos al medio ambiente de manera significativa, transformado “basura”.
Esto al poder crear artefactos o piezas de robótica con materiales rescatados de la basura, destacado el caso del uso de un alumno, que creo una prótesis de un brazo, que era sensible al calor y al tacto, y todo fue a partir de basura electrónica, con piezas de un impresoras, computadoras y demás, ya que siempre de todo aparato descompuesto.
4.- A cuántos estudiantes han impactado, en caso de ya tener trabajo de campo, en caso contrario, qué fallas aprecian en la educación tradicional para así impulsar la creatividad con este tipo de proyectos educativos extramuros del colegio?
A lo largo de nuestros 4 años en el estado hemos impactado a más de 10,000 niños tanto con talleres así como directamente dentro de nuestra organización, a nuestros alumnos.
Destalló que a los menores les atrae mucho la idea de recolectar desechos electrónicos y hacer robótica, de hecho, indicó, que les intriga saber cómo se puede hacer, y cuando comienzan adquiriendo las habilidades, y el conocimiento les encanta poder alcanzar ese nivel de auto-suficiencia, saber que no deben de depender de un kit electrónico o de un autoservicio o juguete.
Ejemplo de estos trabajos les ha permitido que algunos de los niños atendidos en este proyecto han participado en el concurso organizado por Televisa, Reciclatón 2015, San Luis Potosí. El cual constó en crear una cubierta para la mano utilizando la carcasa de una tarjeta madre de una computadora, que fue transformada para darle forma.
Este tipo de enseñanzas, se indicó es impartido en módulos educativos, comenzando con lo básico que es aprender de soldadura, electrónica (a reconocer componentes, que se puedan utilizar, etc.) después programación para saber su funcionamiento, etc,
Lo cual, se le da seguimiento vía los profesores involucrados en este sistema educativo y que son personas que se han interesado en problemáticas sociales. “Ahorita estamos intentado, que se convierta en matrícula en escuelas de tiempo completo, y después en material obligatoria dentro del estado, a nivel primaria”, añadió.
Destacó que el impulso de este tipo de proyectos hace factible el despertar el espíritu de innovación en los estudiantes, pues se puede reinventar a los niños, motivarlos y darles las herramientas para la innovación, no es tanto despertar el espíritu, es alimentarlo, y enseñarle cómo.
Labor incansable que explicó es difícil, ya que de pronto la gente es muy escéptica, y sobre todo competir con otras escuelas que su método es más conocido, a veces lo catalogan de “mejor” porque es lo único que conocen, pero existen otras alternativas de impulsar la innovación en los menores.
FOMENTAR INNOVACIÓN DESDE EL EDUCANDO INFANTIL
Mary Carmen Cabrera, directora del concepto educativo y de liderazgo infantil, Business Kids, comentó sobre el tema de fomentar la cultura ambiental desde los educandos que “es de suma importancia que los estudiantes entiendan que, al innovar, debemos tomar en cuenta el medio ambiente. El mundo está cambiando y no en todo para bien, cada vez estamos descuidando más nuestro entorno y, si no enseñamos a los niños a innovar con conciencia ecológica, al final vamos a perder más de lo que ganamos con dicha innovación.
Sobre que tanto los planteles escolares fomentan la innovación, dijo que hay de todo, desde escuelas que la fomentan este concepto, a escuelas que temen hacerlo por miedo a sacar a los niños de un esquema tradicionalista.
Explicó que el desarrollar la mente innovadora en los pequeños estudiantes es labor de todos, escuela, familia y en este caso, programas como BusinessKids en donde fomentan la innovación en el proceso de convertir a los niños en emprendedores.
En relación a que consejo se debe enseñar a un niño o joven para que se involucre en proyectos de educación, tecnología y medio ambiente, mencionó que más que un consejo, es muy sencillo; la cuestión es “creer en el niño. Cuando creemos en sus talentos, en sus capacidades y en sus fortalezas abrimos el espacio adecuado para el desarrollo de nuevas ideas”.
Sin olvidar que la comunicación y el escuchar las ideas de los estudiantes y vincularlos con organizaciones educativas, sociales con fines que impulsan el desarrollo en sus comunidades es, un aspecto que no debe dejarse de lado, ello en caso de que se quiera establecer o reforzar un mayor enlace de trabajo entre organismos civiles, planteles escolares y su alumnado.
SER ECOLOGISTA AYUDA A LA CREACIÓN DE ESPACIOS EDUCATIVOS
También se puede mencionar el caso del programa encabezado por Diana Ramírez Carrillo, llamado UnEcoPlan, en el estado de Guadalajara, que consta de ser un servicio, en el cual, se intercambian materiales reciclables (plástico, papel, aluminio y cartón) por servicios de mantenimiento a las instalaciones de las escuelas públicas participantes.
Este consiste en que los alumnos recolectan lo que ellos y sus familiares generan de materiales reciclables; lo llevan una vez por semana a sus escuelas y UnEcoPlan lo recolecta, entrega un informe mensual del volumen generado y con base en ese volumen, se realizan los servicios de mantenimiento en los planteles educativos.
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