Ante la presencia de diversas plagas de insectos, tanto urbanas como rurales que se presentan en los hogares, oficinas, etc., y que son una amenaza constante para la salud y la calidad de vida humana, también provocan pérdidas económicas importantes en el sector agrícola al atacar cultivos vegetales desde su siembra hasta la cosecha e incluso en almacén.
Por ello, la única forma eficaz de controlar estos insectos se basa en la utilización de plaguicidas químicos, aunque ello trae como consecuencia problemas ecológicos serios en la flora y la fauna ya que las plagas ante el continuo y excesivo uso de estos plaguicidas desarrollan resistencia genética.
Por tal razón, la empresa Química Agronómica de México (qam), dedicada a la innovación en el área de microbiología, desarrolló bioinsecticidas (a través de procesos de fermentación y recuperación de esporas y delta-endotoxinas) para optimizar las condiciones de cultivo mediante productos amigables con el medio ambiente.
El objetivo general de este proyecto fue desarrollar un proceso de producción del bioinsecticida, optimizando las condiciones de cultivo, y estableciendo las operaciones unitarias para la obtención del producto final (esporas y cristales insecticidas). Se corroboró la efectividad biológica del producto en campo sobre los cultivos de maíz, brócoli y sorgo.
“Además de la actividad comercial, Química Agronómica de México permanece en constante investigación y desarrollo de sus productos tanto en laboratorio, como en invernadero y en campo.
Desde el 2008, esta empresa se ha dedicado a desarrollar productos biológicos que solucionen los problemas que enfrentan los agricultores, teniendo un respeto íntegro del medio ambiente y logrando efectividades biológicas equivalentes a las que se obtienen con los productos químicos”, asegura Cristina Macías Vázquez, jefa del Departamento de Investigación y Desarrollo Tecnológico e Innovación de qam.
Este proyecto contó con el apoyo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Conacyt y ello coadyuvó para que este trabajo de investigación logró una efectividad biológica de 92% sobre los insectos plaga y su formulación resultó ser cien por ciento amigable con el medio ambiente. Los productores agrícolas mexicanos tendrán un ahorro en costo de 36.4 por ciento en comparación con otros productos comerciales.
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