Los días de descanso de Semana Santa se acercan y pueda vivirlo con una nueva experiencia en uno de los escenarios más impresionantes del mundo, el Mar de Cortés, localizado entre Baja California, Sonora, Baja California Sur, Sinaloa y Nayarit. También conocido como Golfo de California o “el acuario del mundo”, – nombre que otorgo Jacques-Yves Cousteau, reconocido biólogo marino –, por poseer en sus profundidades el 39% de las especies marinas del mundo y el 33% de especies de cetáceos que existen en el planeta.
Esta joya de naturaleza fue declarada en 2005 como Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO y alberga a más de 900 especies de peces, del cual 10% son endémicas. La parte terrestre no se queda atrás ya que alberga sorprendentes paisajes que se componen de islas, desiertos costeros, playas, acantilados rocosos y 700 tipos de plantas de suculentas y cardones de los más altos del mundo – de 25 metros de altura, aproximadamente – en el Valle de los Gigantes.
El Mar de Cortés adquirió su nombre en honor al conquistador Hernán Cortés y es nada más y nada menos que una extensión del imponente Océano Pacífico que se abrió paso a partir de la falla de San Andrés y que con el paso del tiempo hizo una separación entre el continente y la península de Baja California.
Una de las regiones más hermosas para acercarse a este prodigioso territorio se encuentra en San Felipe, localidad al sur del municipio de Mexicali en Baja California, en el que encontrará las puertas de entrada al Mar de Cortés, un lugar lleno de playas para descansar, bahías, productos frescos del mar y clima cálido que puede acompañar con la variada gastronomía que el destino ofrece, además de cervezas artesanales y vinos de la región.
San Felipe, agrupa a un amplio abanico de puntos para enamorar, playas, Bahía San Luis Gonzaga, Bahía de Los Ángeles, Valle de los Gigantes y Puertecitos; cada uno cercano entre sí y lleno de riquezas para conectarte con la inmensa naturaleza. Sus playas son reconocidas por sus aguas cálidas y profundas de mareas bajas que aseguran diversión y se encuentran muy cerca del centro de la ciudad en la que además podrás visitar sus vibrantes restaurantes, bares y lujosos hoteles con vistas al santuario turquesa.
A sólo 3 minutos al sur del puerto de San Felipe, el destino ofrece la opción de liberar todo el estrés y la energía negativa en las dunas, un terreno de arena blanca en las que puedes practicar deportes extremos como el surf en la arena (sandboard), cuatrimoto, alpinismo y ciclismo de montaña.
Si después de una caminata, en el hermoso malecón le apetece buscar un sitio donde comer puede visitar el restaurante Vaquita Marina, un colorido lugar que hace honor a la vaquita marina – valiosa marposa que habita en este sitio y que se encuentra en peligro de extinción – en este lugar encontrará platillos gourmet como filete de pescado a la plancha bañado en vino blanco, lechón a las finas hierbas, chiles güeritos rellenos de camarón, un delicioso volcán vaquita y parrilladas que se recomienda acompañar con vino blanco.
Hacia el horizonte, del lado este del malecón puede encontrarse a la Isla Consag, una gran roca de 296 pies de altura, pintada de blanco por el guano y en la que puedes gozar de un relajante paseo en lancha para llevarte hasta el avistamiento de lobos marinos.
Para los más aventureros, a dos horas y media de San Felipe se encuentran Bahía San Luis Gonzaga y Bahía de Los Ángeles, dos de los mejores sitios en el mundo para apreciar al majestuoso tiburón ballena, una especie considerada como el pez más grande del mundo, ya que pueden medir hasta 12 metros de largo y se caracterizan por tener un magnifico color gris, vientre blanco con lunares, líneas totalmente horizontales o verticales.
Además, la Bahía San Luis Gonzaga es un tranquilo lugar que le envolverá por el silencio, apacibles aguas y variedad de actividades como la pesca deportiva, buceo, lancha de pedales hacia las Islas Encantadas, windsurf y senderismo, junto a tour operadores especializados que le dan las herramientas para practicar con seguridad.
En el caso de Bahía de Los Ángeles encontrará un paraíso semidesértico, un lugar encantador por el contraste de una arena clara y el azul turquesa del Mar de Cortés, en este lugar puede realizar ecoturismo y turismo de aventura, practicar senderismo en el área desértica en un paisaje de cardones y montañas, recorrido en el Museo de Naturaleza y Cultura o visitas a las islas más cercanas, Colorado y La isla Ventana en las que no puede prescindir del avistamiento de delfines y ballenas y realizar snorkel.
Finalmente, si además de conectarse con la naturaleza busca un lugar para consentirse y darle terapia al cuerpo, no dude pasar a Puertecitos, un espacio ubicado al sur de San Felipe en el que hallarás un jacuzzi natural y actividades acuáticas variadas.
Comentarios Cerrados