La organización Rainforest Alliance dio a conocer que el periodo 2000-2012, se ha presentado una gran expansión de la agricultura y de las plantaciones comerciales de madera destruyeron más de 50 millones de hectáreas de bosques tropicales – más de siete hectáreas por minuto – que conlleva una grave consecuencia para la biodiversidad, el cambio climático, y los derechos y medios de vida de los pueblos del bosque.
Pero esta crisis también ha provocado una respuesta audaz destinada a detener la deforestación ligada a la obtención de materias primas. En 2014, más de 80 empresas, los gobiernos y los grupos indígenas firmaron la Declaración de Nueva York sobre los Bosques y se comprometieron a reducir a la mitad la pérdida de bosques naturales en 2020 y detenerla en 2030. Y el Foro de Bienes de Consumo se ha comprometido a ayudar a alcanzar una deforestación neta cero en el las cadenas de suministro de sus 400 empresas miembros para el año 2020.
A medida en que los compromisos y reclamos relativos a la deforestación proliferan, se corre el riesgo de confusión, lavado verde (Green washing), y la pérdida de un tiempo precioso. Pero, si estos compromisos se cumplen plenamente, se aplican eficazmente, y crecen estratégicamente, pueden contribuir a la sostenibilidad a una escala sin precedentes.
En un documento de análisis de freno a la deforestación, este organismo detalló que si el objetivo final es la protección de los bosques abordando los principales impactos de la producción de mercancías, ¿basta hacer que las cadenas de suministro de las empresas sean.
‘libres de deforestación’?. La respuesta es no – por algunas razones como es que si no se realizan grandes esfuerzos complementarios para aumentar la productividad de las tierras agrícolas y forestales existentes, restaurar las tierras degradadas, y regir equitativamente los paisajes rurales, la creciente demanda de materias primas continuará impulsando la destrucción del bosque.
Entre las recomendaciones que brinda este organismo para ello se desglosa de la siguiente manera:
El suministro libre de deforestación debe estar claramente definido, se debe implementar
rigurosamente e incorporarse en particular para los productos de alto riesgo.
Producción libre de deforestación vs. “cero deforestación neta”: Los conceptos de «cero deforestación neta» son problemáticos como políticas de producción y abastecimiento de los productos básicos.
- c) Abordar cuestiones de tenencia y balances en contextos difíciles: El suministro libre de deforestación es factible y deseable en la mayoría de los contextos.
Respeto a salvaguardas adicionales. Las salvaguardas definen un estándar mínimo de conducta aceptable – no sólo para proteger a las personas y los ecosistemas, sino también para mitigar el riesgo empresarial, ajustar las políticas de ajuste y visibilizar las posibles inversiones.
Utilización de la tierra, el agua y otros recursos para los sistemas de producción de manera más eficiente.
Los bosques y los recursos naturales se gobiernan de manera efectiva. La deforestación durante mucho tiempo ha sido impulsada por una gobernanza débil, que se manifiesta como actividades ilegales, la corrupción, la tenencia de la tierra poco clara o no equitativa, y autoridad en conflicto sobre los recursos forestales.
Las tierras degradadas se restauran para la productividad y la salud de los ecosistemas. Las llamadas tierras degradadas, que tienen bajo desempeño ecológico y económico en virtud de su historia previa de uso, son abundantes en todo el mundo.
Los compromisos relacionados con detener la deforestación o lograr otros resultados de sostenibilidad serán aceptados públicamente sólo cuando se apliquen, se monitoreen y se reporten eficazmente. Esto requiere políticas claras como es comprometerse e implementar una trazabilidad adecuada, transparencia, información pública, y brindar garantías creíbles como parte de la producción y abasto responsable o sostenible, o iniciativas de gestión jurisdiccionales sostenibles.
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