El pasado 3 de diciembre fue el “Día Internacional del no uso de Plaguicidas”, en conmemoración del accidente ocurrido en Bhopal, India, en una fábrica de insecticidas químicos de la Unión Carbide en 1984 que causó miles de muertes y lesionados por el escape de un gas venenoso (metilisocianato), usado en su producción. Ahora, 27 años después, las empresas transnacionales productoras de agrotóxicos son enjuiciadas por las violaciones a los derechos humanos y la contaminación que provocan por el Tribunal Permanente de los Pueblos, que se reunió en Bangalore, India, del 3 al 4 de este mes, en un evento organizado por La Red Internacional de Acción en Plaguicidas (PAN). Esta fecha debe servir para reiterar el llamado a las autoridades federales tanto de salud como de Medio Ambiente sobre los graves problemas sanitarios y ambientales que genera el uso de plaguicidas químicos y la necesidad de impulsar políticas que reduzcan el uso en el campo y en la ciudad, y vayan saliendo del mercado. En México, uno de los plaguicidas que actualmente utiliza es el endosulfán, insecticida usado en el campo e incluido en la lista de Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes para su eliminación mundial por su grado de toxicidad. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año se producen en el mundo 3 millones de intoxicaciones severas y, a consecuencia de ellas, fallecen 355 mil personas. El 99 por ciento de estas muertes ocurre en los países del sur.
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