Los sistemas Cutzamala y Lerma que proveen de agua al Distrito Federal no son sustentables debido a que el agua que se trae, una vez utilizada, se desecha; denunció la Universidad Autonoma Metropolitana (UAM) y se señaló que existe un grave problema de inequidad, ya que, mientras las delegaciones del sur de la ciudad reciben cerca de 300 litros diarios por habitante; a Iztapalapa o Tláhuac llegan 100 litros por día y, en algunos casos, no se alcanza esta cifra, indicó Javier Velázquez Moctezuma, rector de la Unidad Iztapalapa de la UAM.
En reunión con diputados locales, recordó que en 2010 investigadores de la Unidad presentaron el Plan Hídrico para el manejo de las subcuencas Amecameca y La Compañía que incluye, entre otras medidas, el aprovechamiento de agua de lluvia, tratamiento de aguas residuales e incrementar la profundidad del Lago Xico que rodea a una parte de Tláhuac y al municipio de Chalco, que lo convierte además en una amenaza ante desbordamientos.
El plan de la Unidad Iztapalapa, que implica aumentar de 1.5 a 9 metros la profundidad el lago Xico-Tláhuac, obras de canalización y saneamiento, así como la instalación de una planta potabilizadora, requiere una inversión de 4 mil 883 millones de pesos; en contraparte, las erogaciones para obras como los túneles Emisor Oriente, La Compañía y Canal General, así como el ducto de estiaje, representan 24 mil millones de pesos.
Pedro Moctezuma Barragán, coordinador del Programa Sierra Nevada de la UAM, indicó que el plan hídrico fue firmado por dependencias federales como la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y organismos estatales homólogos del Estado de México.
Señaló que las actuales obras en la Ciudad de México para extraer agua a más de dos kilómetros no son sustentables debido a que necesitan grandes cantidades de diesel para su bombeo, esto sin considerar que demandan análisis para verificar la calidad del líquido.
El docente mencionó que la captación de agua de lluvia es una realidad y, para ello, la universidad habilitó canaletas y depósitos para la cosecha pluvial en algunos planteles escolares ubicados en la sierra de Santa Catarina en Iztapalapa. Luego de un año, no necesitaron suministro mediante pipas e incluso, ante la imposibilidad de almacenar el agua recolectada, los vecinos de las escuelas se han beneficiado al disponer de los excedentes.
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