Activistas de Greenpeace colocaron una máscara y un tanque de oxígeno a la estatua de la Diana Cazadora con el mensaje “El aire en México MATA” para exigir aire limpio y transporte público no contaminante para todo el país.
La manifestación se realizó como un llamado urgente para que las autoridades y candidatos a la siguiente administración en todos los niveles -federal, estatal y municipal- reconozcan la gravedad de la situación y se comprometan con medidas efectivas para mejorar la calidad del aire que respiramos y que actualmente cobra la vida de al menos 48 personas diariamente en México (1).
Al lugar llegaron elementos de la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, quienes retiraron a los activistas que protestaban pacíficamente, sin que hubiera detenidos. Los policías también quitaron de la Diana Cazadora el tanque y máscara de oxígeno así como las mantas en las que se leía “El aire en México MATA”.
“Hace 25 años Greenpeace inició su trabajo en este país con una manifestación similar para evidenciar la mala calidad del aire en la capital. Lamentablemente, un cuarto de siglo después, el problema se ha extendido a toda la República porque se ha privilegiado la infraestructura automovilística en lugar del transporte público y las normas sobre límites máximos permitidos de emisiones contaminantes y exposición a ellas continúan siendo más laxas en comparación con los valores guía sugeridos por organismos internacionales”, señaló Paloma Neumann, responsable de la campaña Revolución Urbana de Greenpeace México.
Tal es el caso de las Normas Oficiales Mexicanas de salud ambiental, cuyos niveles son más permisibles que los valores sugeridos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), razón por la cual el 1 de noviembre de 2017 un grupo de niños inició un proceso legal para que la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ajuste los límites de exposición para proteger los derechos de la infancia a la salud, la vida, el esparcimiento y un medio ambiente sano; de haberlo hecho, desde esa fecha hasta hoy se pudieron evitar 10 mil 128 muertes (2). Sin embargo, los fallecimientos continúan cada día por la negativa de Cofepris a reconocer que se trata de una emergencia ambiental y de salud.
La organización ambientalista inició su trabajo en México en 1993 con una protesta pública en la Diana Cazadora para exigir a las autoridades -del entonces Distrito Federal- medidas más estrictas para disminuir la contaminación del aire, que en ese momento colocaba a la capital mexicana como la metrópoli más contaminada del país y el mundo.
Actualmente la Ciudad de México ostenta el primer lugar con los niveles más altos de ozono, y también alcanza niveles altos de partículas suspendidas, pero este no es un problema exclusivo de la capital: urbes como Monterrey, Guadalajara, el valle de Toluca, Guanajuato, Pachuca y sus alrededores, entre otras, enfrentan también preocupantes niveles de contaminantes atmosféricos que ponen en riesgo a todos sus habitantes.
“El problema es tan grave que al menos 17,700 personas mueren cada año en México como resultado de la exposición a niveles altos de contaminantes, y aun así la Cofepris considera que esta no es una situación de emergencia lo suficientemente relevante como para considerar el ajuste de la norma a niveles más protectores”, agregó Neumann.
La mala calidad el aire ha sido catalogada por la OMS como la mayor amenaza de salud ambiental que enfrenta la humanidad. Algunos de los contaminantes más peligrosos que respiramos a diario son las partículas suspendidas, el ozono y el dióxido de azufre, todas ellas producidas por la quema de combustibles fósiles como la gasolina de vehículos automotores, proceso que también contribuye al calentamiento global.
Es por ello que Greenpeace a nivel global ha realizado la exigencia de aire limpio desde monumentos icónicos de ciudades como Londres, Berlín, Adelaide, Buenos Aires, y hoy desde la Ciudad de México en la Diana Cazadora para exigir aire limpio y transporte público eficiente y no contaminante como urgente solución a esta crisis ambiental y de salud.
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