Actualmente, México y el mundo tienen una agenda que cumplir para asegurar un futuro sustentable a nivel global. En este desafío, una de las áreas clave desde el ecosistema empresarial es el de las energías. De hecho, los estudios revelan cómo la energía es el factor que contribuye principalmente al cambio climático y representa alrededor del 96.5% de todas las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero.
Así, la visión del futuro de los negocios debe impulsarse desde el presente a partir de modelos en los que las energías renovables tengan un papel medular. Y es que de acuerdo con un análisis de la CEPAL, en las próximas décadas será cada vez más importante la difusión de tecnologías que aumenten la eficiencia energética y generen un porcentaje creciente de la energía global desde fuentes limpias.
“En este contexto, actuar desde ahora no es sólo una opción, sino un imperativo para cualquier compañía de México, donde ya se dan algunos pasos para avanzar hacia un escenario ambiental más amigable, con prácticas sostenibles que traen consigo beneficios no sólo para el planeta, sino para las propias empresas, a partir de un ahorro de costos, así como mayor eficiencia operativa”, explica Jorge de Lara, director de la Unidad de Negocios de Flota y Movilidad de Edenred México.
Con esto en mente, el experto comparte 3 claves sobre la actual evolución de las empresas mexicanas hacia la sustentabilidad energética:
- Energías solar y eólica: inversión y territorio estratégico
El país se posiciona como un destino de proyectos e inversiones en torno a las energías sustentables. De hecho, las energías solar y eólica lideran el interés de los inversionistas de capital emprendedor, con una inversión superior a los 13 millones de dólares (mdd) tan sólo en el 2021, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Energía Eólica.
Así, esto abre una ventana de oportunidades de negocio para estos nichos de mercado. Tan sólo en aquellos relacionados con la energía solar, al menos el 85% de México es óptimo para desarrollar este tipo de proyectos.
- Logística sustentable reduce la huella de carbono
Por otro lado, y mientras los vehículos eléctricos y/o híbridos se posicionan poco a poco como una alternativa a los combustibles fósiles, existen algunas acciones que las empresas pueden realizar desde ahora. Ejemplo de lo anterior es el ahorro de combustible como parte de una logística sustentable.
Para impulsarla es recomendable implementar protocolos de conducción con prevención de mantenimiento y tips de movilidad. En adición, soluciones como Move for Good de Edenred compensan las emisiones de la flota en un 50%, al registrar mes a mes todo el consumo, calcular el CO2 emitido y compensarlo a través de programas en diversos estados de la República Mexicana, como reforestación o energía eólica.
- El modelo socioambiental: gran negocio
La reciente pandemia aceleró las preocupaciones de los usuarios por productos y/o servicios más acordes con la responsabilidad socioambiental, sobre todo entre las nuevas generaciones. Al respecto, 8 de cada 10 mexicanos prefieren ya a las marcas o empresas que tengan valores y prácticas sustentables, de acuerdo con datos del Índice del Consumidor del Futuro, elaborado por EY.
A ello se le suma la adopción de los criterios ambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) por parte de las empresas. Por fortuna, cada vez más organizaciones están atendiendo este llamado, al tiempo que delinean nuevos productos y servicios socioambientales, con grandes beneficios económicos.
“Como vemos, existe una tendencia en México hacia las energías limpias, así como hacia las estrategias y modelos de negocio en pro del medio ambiente, donde las energías renovables son protagonistas; de esta manera, las empresas impulsan cada vez más la sostenibilidad, con grandes beneficios para el plantea, para el crecimiento de las mismas compañías y las comunidades en las que éstas operan, un cambio que veremos aún más, afortunadamente”, concluye Jorge de Lara.
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