Según un nuevo análisis global dirigido por investigadores de la University of British Columbia (Universidad de Columbia Británica) y otros científicos, la observación de los tiburones es un motor económico importante para docenas de países y genera anualmente $314 millones. Mencionando los pronósticos de la investigación, que señala que el ecoturismo relacionado con los tiburones podría más que duplicarse en los próximos 20 años y generar más de $780 millones anualmente, The Pew Charitable Trusts está haciendo un llamado por mayores protecciones para los tiburones mediante la designación de santuarios en todo el mundo.
El turismo relacionado con los tiburones es un negocio creciente a nivel mundial, con operaciones establecidas al menos en 83 localidades de 29 países. Aunque esta industria ha estado por lo general dominada por países como Sudáfrica, los Estados Unidos y Australia, el ecoturismo relacionado con los tiburones se está convirtiendo en un boom económico para países en los océanos Índico y Pacífico. La investigación revela que la observación de los tiburones atrae cada año a 590.000 turistas y es la base de más de 10.000 empleos.
El auge del ecoturismo relacionado con los tiburones y su valor económico puede conducir al interés en el establecimiento de santuarios para los tiburones, que juegan un papel crítico en la salud de los ecosistemas marinos. En los últimos años, nueve países—Palau, las Maldivas, Honduras, Tokelau, las Bahamas, las Islas Marshall, las Islas Cook, la Polinesia Francesa y Nueva Caledonia—han creado santuarios prohibiendo la pesca comercial de tiburones para proteger a los animales en sus aguas.
«Es evidente que los tiburones contribuyen a un ambiente marino saludable, lo cual es primordial para el bienestar social, cultural y económico a largo plazo de millones de personas en todo el mundo», señala Jill Hepp, directora de conservación de tiburones a nivel global de Pew. «Muchos países tienen un incentivo económico considerable para la conservación de los tiburones y los lugares donde habitan».
En contraste con la creciente industria del ecoturismo, el valor de las capturas de tiburones a nivel mundial ha estado declinando, en buena medida como resultado de la sobrepesca. Cada año se matan unos 100 millones de tiburones, especialmente por sus aletas, que se usan para preparar sopa de aleta de tiburón, un plato popular en Asia.
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