El proyecto de Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de distintos ordenamientos en materia de simplificación orgánica, entre ellos el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), la Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE) y el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), debilita aún más la capacidad de México para proteger el medio ambiente y hacer frente a la crisis climática global.
En días pasados, el Ejecutivo federal envió una iniciativa a la Cámara de Diputados cuyo objetivo es desaparecer 18 organismos desconcentrados, unidades administrativas o fideicomisos, para trasladar sus actividades hacia las secretarías de Estado.
La medida no contempla garantías para asegurar el uso eficiente de los recursos públicos, la mejora de procesos administrativos o un mejor aprovechamiento de los bienes nacionales. Por el contrario, al suprimir e integrar el IMTA y el INECC a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) y a la CONUEE dentro de la Secretaría de Energía (Sener) como unidades administrativas se continúa con la política de desmantelamiento de nuestro sector ambiental y se dejan de asignar los recursos humanos y materiales necesarios para el ejercicio efectivo de nuestro derecho humano a un medio ambiente sano.
Las funciones del INECC, del IMTA y de la CONUEE no se encuentran duplicadas. Su función resulta indispensable en el contexto de emergencia climática, pues son organismos de investigación especializada que coadyuvan en la generación de indicadores de cumplimiento del derecho humano al medio ambiente sano y al agua. Buscar la satisfacción de las necesidades sociales y construir la infraestructura indispensable para el desarrollo nacional sin un diagnóstico serio y profundo sobre la situación de la crisis hídrica y climática, pone en riesgo la protección de los ecosistemas y por lo tanto resulta en una medida contraria a los derechos humanos ambientales.
El Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) es un organismo de investigación del Estado mexicano que genera e integra información técnica y científica en materia de ecología y cambio climático para apoyar la toma de decisiones. Fue creado en el marco de la entrada en vigor de la Ley General de Cambio Climático. Su función es coordinar institucionalmente la investigación científica relacionada con la política nacional en temas de bioseguridad, desarrollo sustentable, protección del medio ambiente, calidad del aire, preservación y restauración del equilibrio ecológico y conservación de los ecosistemas y cambio climático. Asimismo, apoya a la Semarnat en el diseño de programas e instrumentos de política pública ambiental y emite recomendaciones sobre las políticas y acciones de mitigación o adaptación al cambio climático, así como sobre las evaluaciones de política que en la materia realiza a las dependencias de la administración pública federal centralizada y paraestatal, de las entidades federativas y de los municipios.
Por su parte, el Instituto Mexicano de Tecnología del Agua (IMTA), es un organismo público cuyo objeto es la investigación, desarrollo, adaptación, transferencia de tecnología, entre otros, para el manejo, conservación y rehabilitación del agua. Dentro de sus funciones más relevantes está el diseño de sistemas regulatorios y tarifarios para el agua potable, la certificación de laboratorios de calidad del agua, los dispositivos para la medición del agua en cantidad, sistematizar y publicar la información técnica asociada con los recursos hídricos del país; en síntesis, es el centro especializado en el conocimiento de la gestión integrada de los recursos hídricos.
El IMTA es una institución clave para el cumplimiento de los derechos humanos al agua y a un medio ambiente sano y ha logrado el desarrollo de técnicas para el monitoreo y mejoramiento de la calidad del agua, la generación de información científica y herramientas para el monitoreo de sequías en Mesoamérica así como la elaboración del Atlas de Calidad del Agua en México.
En lo que toca a la CONUEE, su papel es fundamental en un contexto de crisis climática que no sólo requiere transitar hacia fuentes renovables, sino promover el aprovechamiento sustentable de la energía a través de la implementación de políticas públicas y acciones dirigidas hacia diferentes sectores de la economía y la población.
El INECC, el IMTA y la CONUEE, por lo tanto, son instituciones que contribuyen a que el país tenga una visión y una ruta clara de acción frente al gran reto que significa combatir el calentamiento global y cumplir con los derechos humanos por el presente y futuro.
Con el proyecto de decreto que busca la concentración de las funciones del INECC y del IMTA en la Semarnat y de la CONUEE en Sener, se debilita la capacidad del Estado mexicano para hacer frente a la crisis climática e hídrica, ya que no se optimizan recursos ni facultades. Tampoco permitirá formular e implementar políticas públicas dirigidas a garantizar el derecho a un medio ambiente sano. La medida revela la falta de compromiso ambiental de esta administración, pues se desestima que la garantía, protección y respeto del derecho a un medio ambiente sano debe ser un eje fundamental y una prioridad nacional para salvaguardar la vida y la integridad personal de todas las personas.
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