Un crimen contra la biodiversidad.
A nivel mundial, el tráfico ilegal de fauna silvestre se ha convertido en uno de los crímenes organizados de mayor relevancia, esta situación pone en riesgo la vida de miles de especies, especialmente de aquellas que están en la lista de riesgo de extinción.
México no es ajeno a esta problemática, ya que al ser un país megadiverso, existe el interés comercial por muchas especies endémicas. De acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), en el país, la captura, transportación, venta y posesión de vida silvestre que esté en contravención a las leyes nacionales e internacionales es causa de infracción o delito.
Sin embargo, en los últimos años el tráfico ilegal de vida silvestre ha aumentado y brindaganancias millonarias a quienes son participes de este acto ilícito. En 2015 la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA) afirmó que este crimen genera100 mil millones de dólares al año a nivel internacional y se ha convertido en una de tres causas principales de pérdida de biodiversidad, las otras dos son la fragmentación de hábitats y las especies invasoras.
La SEMARNAT asegura que las especies más comercializadas de forma ilegal en el México son el perico de cabeza amarilla, las guacamayas roja y verde, el mono aullador, la tarántula rodillas rojas, el tucán pecho amarillo, la iguana negra, el mono araña y la víbora de cascabel. Por su parte, la PROFEPA informa que los destinos más recurrentes de especies capturadas de forma ilícita son Estados Unidos, China, España, Japón, Egipto y Francia.
En el país, las causas que fomentan el tráfico ilegal están relacionadas a valores sociales y culturales de los compradores, ya sea por el deseo de tener una mascota exótica, preparar platillos extravagantes ousarse con fines medicinales y religiosos.
Inclusive, este acto delictivo cuenta con antecedes históricos que reflejan causas de extinción de algunas especies, por ejemplo, de acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC), en 1896 un operativo confiscó un cargamento con 1,200 kilogramos de pieles de ocelotes que viajaban desde México hasta Italia.
Hay que resaltar que en el proceso de tráfico de especies mueren miles de ejemplares, según el INECC, por cada mono que es vendido en México, mueren otros tres en la captura y transportación. Por otro lado, la SEMARNAT informa que el 77% de los pericos capturados mueren entre el acopio y la comercialización.
Entre los principales impactos que tiene este crimen se encuentra el aumento de especies en extinción, daños a las cadenas alimenticias y el aumento de plagas, además, hay que sumar los efectos sociales, los cuales incluyen debilitamiento a la seguridad nacional, aumento de violencia y lavado de dinero.
Para poder mitigar esta situación es necesaria la participación ciudadana respecto a la denuncia ante las autoridades correspondientes, en este caso, la PROFEPA, cuya página oficial es www.profepa.gob.mx. Asimismo, la divulgación entre la población sobre la problemática es la mejor herramienta para evitar la adquisición de vida silvestre, la cual fuera de su hábitat natural posiblemente fallezca.
Fuentes: SEMARNAT, PROFEPA e INECC.
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