Colaborador invitado: Sergio Roldan
Earthgonomic (@earthgonomic)
Las abejas son pequeños insectos trabajadores que no suelen ser del agrado de muchos, de hecho existe un miedo moderado general en la sociedad ya que la picadura de estas es bastante dolorosa. Cuando hablamos de las abejas, mientras más lejos de nosotros se encuentren mejor, pero ¿Te has puesto a pensar qué pasaría el día que ya no las veas rondando tu jardín y acercándose temerosas a tus alimentos dulces?
Si bien un día de campo sin estos insectos rondando suena perfecto, la realidad es completamente diferente, las abejas son responsables de la polinización de gran parte de los alimentos que consumimos. La polinización es un proceso natural que permite la fecundación de la flora.
Desafortunadamente la población de abejas ha ido disminuyendo con el paso de los años debido al cambio climático, la pérdida de hábitats, la agricultura industrializada, el uso de pesticidas y al monocultivo, este último reduce y proporciona menor diversidad de alimento para los insectos.
Se estima que el valor económico de polinización que realizan las abejas oscila los 265.000 millones de euros anuales en el Mundo; en México productos como la miel dejan una derrama económica en promedio de 123 millones de dólares, durante 2014 la exportación de este producto dejo en mercado mexicano 147 millones de dólares.
Las economías mundiales dependen de estos pequeños animales e irónicamente somos nosotros quienes los han puesto en peligro. El principal problema con estos invertebrados es la muerte de a gran escala de abejas obreras, a este fenómeno se le denomina: colapso de colonias, Colony Collapse Disorder CCD por sus siglas en inglés. Desde que este fenómeno alcanzó su auge en 2007 se han realizado diferentes estudios para tratar de comprender por qué está sucediendo este fenómeno.
En un estudio realizado por la Universidad Queen Mary de Londres (QMUL), la Universidad Macquarie de Sydney, la Universidad de Sydney (Australia) y la Universidad de Washington en St. Louis (EEUU), ha rbelado una relación entre el estrés que sufren las abejas jóvenes con el colapso de colonias.
Las abejas obreras son hembras infértiles encargadas de la recolección de polen, a esto se le conoce como pecoreo, actividad que inician a las 3 semanas de vida, sin , cuando la colmena sufre algún cambio que afecta la población como enfermedades, falta de alimento o la muerte de las abejas mayores estos insectos se ven forzados a iniciar el pecoreo a una edad menor.
Al iniciar el pecoreo a una edad menor las abejas realizan una cantidad menor de vuelos y la probabilidad de que mueran durante sus primeros recorridos aumenta.
Para contrarrestar este problema se necesita trabajar con en una agricultura amigable con el medio ambiente que evite el uso de pesticidas tóxicos y promueva la combinación de cultivos, la biodiversidad es una forma de asegurar una mejor resistencia a fenómenos climáticos extremos.
Para mayor información consulta: www.earthgnomic.com
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