Agricultores y buena parte de la gente que mora en provincia conocen bien lo que es la Canícula. Un espacio de tiempo de 3 a 4 semanas en que disminuyen las lluvias y se incrementan las temperaturas. Sin embargo, eso sólo será recordado como nimiedades, toda vez que a partir del 2020, la Canícula vendrá sin agua con mayor frecuencia y, por lo mismo, los efectos en cultivos de temporal serán negativos como en la salud, en la mayoría de los casos.
Así lo considera un trabajo de Julia Martínez Fernández, del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, quien expone que la Canícula cada vez será más severa y dañina, como consecuencia del Cambio Climático global y por la ubicación geográfica de México.
Además, se debe considerar que la Canícula futura disminuirá considerablemente la superficie de cultivo de temporal y riego, lo que se exacerbará por los efectos nocivos del Cambio Climático, pues el país perderá buena parte de su superficie porque el mar se elevará de 1 a 5 metros.
Por el Golfo de México, las entidades federativas que serán afectadas son Quintana Roo, Yucatán, Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas. En tanto que por el Océano Pacífico: Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Jalisco, Nayarit, Sinaloa y Baja California Sur.
DURACIÓN
De acuerdo con diversos estudiosos, el fenómeno que nos ocupa ahora, tiene tres niveles: Normal, de 8 a 10 días; severa, de 10 a 15 días y muy intensa cuando es superior a 15 días. La Canícula se presenta de julio a agosto.
En esta última etapa, causa estragos en la salud pública, toda vez la gente se deshidrata, muere de golpe de calor y, por lo general, es en esta época cuando se han desatado las pestes.
DAÑOS
La falta de lluvia en ese periodo, ausencia de nubes (permite una mayor radiación solar) elevación del calor, calentamiento del aire y suelo seco conduce a que las plantas pierdan humedad interna y, consecuentemente, se deshidraten.
El cultivo más dañado por la Canícula es el maíz que, tras sufrir los efectos del fenómeno, las hojas se enrollan, suspenden su crecimiento, desarrollo y si la marchitez continúa, se muere.
Cuando se presenta el fenómeno meteorológico, normalmente coincide con la floración de la milpa, fecundación y formación del grano; en esta etapa tan sensible le hace mucho daño la falta de precipitación y la falta de agua en el suelo.
Eso conduce a una escasa floración, mala fecundación del óvulo que formará al grano, por lo que éste ya no crece y, en ocasiones, ni siquiera se forman. Así que la mazorca no se desarrolla y tiene muy pocos granos y, a veces, no produce nada. Así se registran las pérdidas agrícolas parciales o totales.
Ante esta situación, la recomendación es que se cultiven productos menos sensibles, como el cacahuate y sorgo que soportan de mejor manera a la Canícula.
PACÍFICO MEXICANO, EL CULPABLE
Un entendimiento más completo de las dinámicas de las lluvias de verano debe incluir efectos como el de la llamada Canícula o sequía intraestival y su relación con el fenómeno de El Niño.
La sequía intraestival corresponde a una disminución en las lluvias durante julio y agosto y no a una sequía. Aunque se ha tratado de encontrar una relación entre Canícula y El Niño no se tiene una respuesta definitiva, pues la dinámica de la Canícula está más relacionada con la alberca de agua caliente frente a las costas del Pacífico mexicano que con la dinámica del Pacífico del este ecuatorial, según académicos del INACC y UNAM.
LITERATURA
La Canícula es la baja de lluvia que se registra entre julio y agosto en algunas regiones de México como el este, centro y sur. No se da en todo el país ni en la ciudad de México.
El especialista en la materia, Jorge Luis Vázquez Aguirre, explica que en las regiones donde se da este fenómeno son de clima tropical. Así que las fuertes precipitaciones de junio se merman en julio y agosto, pero en septiembre resurgen con mayor fuerza.
A la Canícula, en México, también se le conoce como sequía de medio verano, sequía intraestival y veranillo; en el sur del Continente se llama mínimo de lluvia.
La Canícula está muy relacionada con la Constelación de Canes que era observada para que los agricultores supieran cuándo sembrar en el pasado, porque las más de las veces, esa falta de lluvia mata los cultivos.
En la actualidad, este fenómeno también es muy importante, en especial para la agricultura de temporal. Claro, por razones obvias, aseveró Vázquez Aguirre.
Pese a lo anterior, el hombre, su tecnología y ciencia, aún es incapaz de pronosticar la Canícula. Cuándo se presentará y si será fuerte o débil. Y en estos tiempos es más difícil determinar cuándo se presentaría, dado que el clima ha enloquecido por el Cambio Climático.
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