La biodiversidad marina aporta una considerable cantidad de proteína animal a la alimentación de las personas en todo el mundo y 12% del sustento de la población mundial depende en forma directa de la pesca y la acuicultura, de ahí la importancia que los océanos estén sanos para saciar el hambre mundial.
Sin embargo, el impacto del cambio climático, la contaminación marina por desechos plásticos, la pesca ilegal y la acidificación acechan al océano y su biodiversidad, confirman las Naciones Unidas.
La Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ha declarado que la salud y productividad del océano serán claves para alcanzar la Agenda 2030 y la erradicación del hambre global.
En este tenor, el Dr. En Biología y experto en tiburones, Mauricio Hoyos, declaró a este reportero que la biodiversidad marina en México, tiene graves padecimientos por extinciones, contaminación y pesca ilegal.
Ejemplificó que zonas como son las Islas de Revillagigedo, en Baja California padecen por pesca ilegal de atún ilegal así como pesca deportiva proveniente de San Diego, que merma las poblaciones de diversas especies.
Lamentó que las Áreas Naturales Protegidas (ANPs) marinas no se respetan, pues la Secretaría de Marina (SEMAR) está más ocupada en cuidado de los humanos y menos protege a las islas y sus peces, que si bien ya la tecnología se tiene gran posibilidad de cuidarlas, pero faltan recursos y personal para ello.
Ejemplificó que la pesca ilegal ha provocado que el tiburón martillo ha bajado en casi un 90% su población, ello debido al fomento de la sopa de aleta de tiburón martillo, y que sigue siendo cazado indiscriminadamente.
Se calcula que cerca del siete por ciento de la proteína animal que come la humanidad proviene de la pesca y la acuicultura. Esa cifra supera 20% en algunos países, en particular los pequeños estados insulares. México es uno de los países costeros más grandes del mundo – los mares mexicanos representan 1.3 veces el territorio continental – con una importante actividad pesquera.
De ahí la importancia de impulsar una pesca sustentable, lo cual conllevó a que el Consejo Mexicano de Promoción de los Productos Pesqueros y Acuícolas, A.C. (COMESPECA), presentará la iniciativa #PescaPeroBien que busca convertirse en un referente de promoción de la pesca y la acuacultura sustentable en México.
En el caso de México se informó que el consumo per cápita anual de pescados y mariscos alcanzó los 12 kilos, durante 2016, por lo anterior es qué #PescaPeroBien, tiene como objetivo a largo plazo informar y difundir sobre lo que hay detrás este tipo de pesca en México y promoverla entre diferentes sectores de la sociedad.
En una primera etapa, esta campaña estará dirigida a expertos de la industria del sector de alimentos como chefs, compradores, hoteleros, banqueteros y restauranteros para así generar un acercamiento con el consumidor final y así lograr que un futuro cercano estos productos puedan estar en la mesa de los hogares mexicanos.
Al respecto, Citlali Gómez-Lepe, presidenta de COMEPESCA (ver www.comepesca.com), dijo que “la misión del Consejo de COMEPESCA es promover el consumo de pescados y mariscos mexicanos, a través de diversas campañas de promoción de alcance nacional y regional, así como la promoción de los recursos pesqueros exportables a nivel internacional”.
Cabe citar que Patrick Love, autor del libro Pesquerías. ¿Mientras duren los cardúmenes?, en el libro que publicado en 2015 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y el Instituto de Investigaciones Económicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), plantea que la pesca tradicional es un sector en constante crisis debido a que intervienen diversos actores.
Por ejemplo: Al encarecerse el precio de combustible, los pequeños y medianos barcos fueron suplantados por los más grandes, lo que supone un cambio en la captura, provocando una afectación en el empleo.
Se detalla que conforme disminuye la población de cierta especie, otras la reemplazan para mantener el mismo nivel de productividad, sin embargo, “si la mitad de las especies que la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) monitorea han sido explotadas por completo y una cuarta parte está sobreexplotada, el proceso de reemplazo probablemente no podrá continuar si no se da un cambio en las prácticas de gestión pesquera”.
Así, el verdadero problema de las pesquerías tradicionales es el de la sustentabilidad, y que este problema de sustentabilidad implica más que equilibrar oferta y demanda con el medio ambiente, y puede resumirse como el manejo responsable para garantizar que el abasto de pescado continúe y, al mismo tiempo, que las pesquerías puedan contribuir al desarrollo social y económico de las comunidades que viven de la pesca.
Por su parte, Luis Bourillón, asesor de la iniciativa #PescaPeroBien y representante en México del Marine Stewardship Council (MSC), destacó que las pesquerías se pueden mejorar siendo esencial el despertar a la base que es el consumidor, para saber y comprender que se tiene que mantener la sustentabilidad de los mares.
Dijo que es importante el tener pesquerías certificadas para tener planes de mejora y, que ello, no impacte al medio ambiente, teniendo aclarado desde qué técnicas de pesca, especies presentes, cantidades a extraer, etc., así como tener políticas públicas que coadyuven a tener estándares de este tipo.
Enfatizó que “el pescado más caro es aquel que está al borde del colapso y la extinción”. De ahí que se busca tener más pesquerías certificadas. Ejemplo de la premura de actuar en el tema es que un 30% de las pesquerías mexicanas están al borde de la sobreexplotación y sólo un 10% tienen potencial de desarrollo. Desmitificando que el irse a pescar a aguas profundas crecerá la producción nacional.
En esta campaña que se lanzó en la Ciudad de México se busca participen el sector privado y el gobierno mexicano, junto con la población en general, para buscar que se impulsen acciones para preservar la conservación de los recursos marinos.
Ejemplos de Productos Sustentables certificados o en vías de mejora para alcanzar los estándares son:
- Langosta roja / De la zona del Pacífico Norte y Baja California Sur
- Calamar gigante / Del Golfo de California
- Ostión y mejillón / De la costa del Pacífico de Baja California (Maricultura)
- Jaiba / Del Golfo de California
- Camarón / De la costa del Pacífico de Baja California Sur y Golfo de California
- Trucha Arcoíris / De la Reserva de la Mariposa Monarca, Michoacán
(Acuacultura de agua dulce)
- Mero rojo / De Yucatán
- Tilapia / De Chiapas y Sonora (Acuacultura de agua dulce)
- Jurel / De Isla Natividad en Baja California Sur
PESCA ILEGAL, UN MAL QUE AQUEJA A LOS MARES Y LOS EXTINGUE
Por su parte, Laura Rodríguez, directora senior del Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (EDF Environmental Defense Fund por sus siglas en inglés), indicó que se debe busca tener una pesca sustentable, la cual, no es tan complicada de adoptar, más cuando México es el 16 productor global de pescado en el planeta.
Dijo que tras realizar un estudio de varias pesquerías de no manejarse de forma responsable su producción irá a la baja, si bien, no de forma definitiva si por muchos años antes de que estas regiones marinas se recuperen. De ahí que debe hacerse una pesca sustentable para que las siguientes generaciones no reciban bancos de peces con poca posibilidad de uso. Ejemplificó que entre otros de los problemas que enfrentan las pesquerías del país es que la pesca ilegal en diversas zonas puede llegar al 60% de los extraído, como son las agua del Alto Golfo de México y las aguas del Caribe en Campeche.
Este organismo en su estudio Pesca y Economía del océano Sustentabilidad, detalla que en México, la pesca representa también una actividad importante para más de 2 millones de personas que viven directa o indirectamente de ella. Sin embargo, la sobrepesca, el poco valor agregado que tienen los productos del mar en México y la pesca ilegal, le han restado competitividad a la actividad pesquera en comparación con el resto del mundo.
De no hacer nada y mantener las políticas de manejo actuales, en 20 años el sector estaría condenado al fracaso. Se informó que de adoptar un sistema de manejo basado en derechos y combatiendo la pesca ilegal, México podría aumentar los ingresos provenientes del sector en más de 211 millones de dólares anuales, así como asegurar una producción sostenida con un 24% más de capturas y 70% más peces en el mar.
México se encuentra rezagado en comparación con el resto del mundo, pues el valor agregado de la pesca en México es 80% menor comparado con el promedio global. Es decir, mientras que en promedio a nivel mundial se obtienen 3 dólares de valor agregado por cada dólar que se extrae de la pesca, en México sólo se generan 60 centavos de valor agregado.
La pesca ilegal es una de las principales causas de la sobreexplotación de recursos pesqueros y pérdida de valor de los productos del mar. Se estima que en el país por cada 10 kg de pesca registrada legalmente, existen otros 6 kg obtenidos de manera ilegal.
México es uno de los principales productores de pescados y mariscos en el mundo, con una producción anual de aproximadamente un millón 753 mil de toneladas, posicionándolo en el lugar número 17 a nivel global.
De mantener la política de manejo actual y no combatir a la pesca ilegal, la pesca en México dejaría de ser una actividad redituable y perdería la productividad de la cual dependen en algún grado más de 2 millones de mexicanos. En otras palabras, seguir igual sin ningún cambio lograría que en 20 años se pesque la mitad de lo que se captura hoy (53%), perdiendo prácticamente la totalidad de las ganancias actuales (97%) y reduciendo en 38% la cantidad de peces en el mar.
Este estudio difundió que para mantener unas pesquerías sustentables se requiere de establecer diversas líneas de trabajo como son:
Replicar casos de éxito e implementar estrategias de manejo basado en derechos en las pesquerías del país que deseen adoptar este sistema de manejo, mediante programas de capacitación y fortalecimiento de capacidades para pescadores y autoridades.
Actualizar el marco legal existente para dar sustento jurídico al manejo basado en derechos. La inclusión de conceptos clave sobre manejo basado en derechos en el marco jurídico vigente, así como determinar procesos clave para su implementación y evaluación, es un paso fundamental para sentar las bases del manejo basado en derechos.
Promover la creación de programas de modernización de manejo pesquero, que incluyan un manejo innovador y co-participativo. Un esquema pesquero más abierto y participativo contribuye a enriquecer y legitimar los acuerdos entre las partes involucradas.
Fortalecer la ciencia y generación de información actual y relevante para el manejo pesquero. Con más y mejor información sobre los recursos pesqueros, se podrán diseñar y adaptar mejor los planes de manejo a las necesidades reales de las pesquerías y las comunidades que de ellas dependen.
AFECTA BASURA MARINA A 800 ESPECIES OCEÁNICAS
La basura que se arroja a los mares afecta negativamente a más de 800 especies animales y causan serias pérdidas para las economías de muchos países , indica un nuevo informe de la ONU publicado este lunes.
El reporte Marine Debris: Understanding, Preventing and Mitigating the Significant Adverse Impacts on Marine and Coastal Biodiversity difundido por el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) señala que el número de especies afectadas por los desechos marinos ha aumentado de 663 a 817 desde 2012.
El documento advierte también que este tipo de residuos –en su mayoría compuesto por plásticos- amenazan cada vez más a la salud humana y al bienestar, además de costarle miles millones de dólares a los países cada año.
«Espero que este reporte proveer la información necesaria a los gobiernos para tomar medidas urgentes a fin de hacer frente a los desechos marinos, una de las principales amenazas de los ecosistemas marinos, y apoyar a tener océanos sanos y resilientes como aspectos críticos para lograr un desarrollo sostenible», dijo Braulio Ferreira de Souza Dias, Secretario Ejecutivo del Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB).
Los desechos marinos se definen generalmente como cualquier material sólido persistente, manufacturado o procesado que se tira, desecha o abandona en el ambiente marino o terrestre. El 75% de todos los desechos marinos son de plásticos, un contaminante persistente y potencialmente peligroso, que se fragmenta en microplásticos que pueden ser absorbidos por una amplia gama de organismos marinos.
Los principales desechos marinos son envolturas de alimentos, tapas de botellas, popotes (pajillas), bolsas de supermercados, botellas de bebidas y colillas de cigarros. Cinco de estos productos están hechos de plásticos.
De acuerdo con del reporte, el 40% de los cetáceos y el 44% de las especies de aves marinas son afectados por la ingestión de estos desechos.
El plástico es un material muy común en la vida cotidiana de la gente, puesto que 8% de la producción petrolera es usada para hacer productos de plástico. No obstante, muchos de estos productos, como las bolsas de supermercados y envolturas, son desechados después de un solo uso.
El reporte señala que la producción anual de plástico incrementó de manera sustancial en los últimos 60 años, pasando de 1.5 millón de toneladas en 1950 a 288 millones de toneladas en 2012. La producción se lleva a cabo principalmente en Asia, Europa y América del Norte.
Se estima que los 192 países costeros del mundo generaron 275 millones de toneladas de desechos en 2010, de los cuales entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas (1,8%-4,6%) terminaron en el ambiente marino.
El reporte indica también que investigaciones anteriores evaluaron a 13.000 millones de dólares el costo de la contaminación causada por los desechos marinos. Algunos de los costos incluyen la reparación de daños a los buques, limpieza y disminución de los ingresos turísticos debido a las playas contaminadas y sucias.
MARES Y COSTAS, ECOSISTEMAS OLVIDADOS EN MËXICO
De acuerdo a un informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), el sector pesquero en México se caracteriza por sobreexplotar la biodiversidad de las costas y mares nacionales y ello desemboca en que cada año se pierde valor en relación con el Producto Interno Bruto nacional, donde hoy –este sector- representa apenas 0.06%.
Cabe mencionar que la pesca genera tres dólares de valor agregado por cada dólar que se extrae del mar (medido por el precio pagado en playa) y en ello México esta cantidad es de 60 centavos de dólar; pese que estos precios van al alza en el mundo, pero ante el aprovechamiento insustentable de los mares nacionales se va a la baja en dicho aprovechamiento económico y más ahora con un periodo vacacional en donde las playas y costas mexicanas son sobreexplotadas de forma irracional por sectores turísticos.
Para Gerardo Alatorre, profesor investigador de la Universidad Veracruzana no se aprecia que en los océanos mexicanos se tenga una política adecuada “para revertir la contaminación de mares y ríos así como su uso sustentable, ejemplo de ello, dijo es Veracruz en donde escurre una tercera parte del agua que atraviesa el país, y que está muy contaminada como son los ríos Coatzacoalcos y el Blanco que vierten todos sus desechos y contaminantes en el Golfo de México; en pocas palabras existen ecosistemas marinos muy lastimados en donde no se tienen políticas federales”, indicó en entrevista con este reportero.
Añadió que “tenemos un diagnostico muy negativo y de caos en estos ecosistemas y está situación hace que los académicos y ONGs nos movilicemos planteando grandes cambios en la ley de aguas nacionales y que tenga una visión social, para así atender la calidad del agua y la cantidad que la población puede aprovechar y tener una mejor calidad de vida.
Según el IMCO en México 16% de las pesquerías están sobreexplotadas, mientras que 67% son explotadas a su capacidad máxima, ello con base a la Carta Nacional Pesquera y diversos estudios calculan que la pesca ilegal e irregular en México es de por cada 10 kilos legales se extraen y comercializan otros 6 ilegales.
De acuerdo a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca) calcula que 250,000 familias dependen directamente de la pesca en México, y con base a un uso adecuado y sustentable de la biodiversidad marina se puede solventar sus necesidades así como de millones que consumen sus productos que deben ser extraidos con perspectiva sostenible.
Con respecto a los ecosistemas para que los mismos se puedan recuperar de su utilización y sean sanos y sin comprometer su capacidad del medio marino de seguir produciendo los recursos pesqueros. En México se cuenta con más de 11,000 km de litorales.
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