La nueva Ley de Transición Energética (LTE), aprobada por la Cámara de Diputados, contiene el grave error de incluir a la energía nuclear como fuente de energía limpia, lo que representa una fuerte contradicción en la naturaleza de esta misma norma, la cual pretende ser un eje en la reducción de contaminantes, indicó la organización ambientalista Greenpeace.
En comunicado de prensa se detalló que la ley establece metas claras para que el país genere 35 por ciento de la energía eléctrica a partir de fuentes limpias para 2024, como lo demandó este organismo junto con otras organizaciones de la sociedad civil, pero considerar a la energía nuclear como parte de esas “fuentes limpias” es un atentado contra el medio ambiente.
Se informó que la energía nuclear es sucia y además peligrosa por lo que de ninguna manera puede equipararse al potencial de energías en verdad limpias y renovables como la solar y la eólica.
La LTE alineó su definición de energía limpia a la establecida en la Ley de la Industria Eléctrica, publicada en el Diario Oficial de la Federación en agosto, en la que en su Artículo 3, inciso I, establece que “se entenderá como energía limpia (…) la nucleoeléctrica .
Los senadores, quienes próximamente deberán ratificar la ley aprobada por la Cámara baja, deben realizar el ajuste pertinente si en verdad quieren una ley que regule el aprovechamiento sustentable de la energía y no fomente el uso de la nuclear en México, fuente que está siendo eliminada gradualmente en el resto del mundo.
Greenpeace desde su fundación hace más de 40 años ha denunciado que la energía nuclear es peligrosa, para muestra basta recordar los casos de Chernóbil y Fukushima, y que no existe forma segura de eliminar los desechos que genera pues deben confinarse por décadas, cientos o hasta miles de años. Además, la energía nuclear favorece la creación de armas de destrucción masiva.
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