Ante el incremento de los efectos del cambio climático (CC), el paisaje de la llanura costera de Sinaloa sufrirá graves afectaciones como es la alteración de la biodiversidad de los humedales, expresó, Arturo Ruiz Luna, investigador titular del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (ciad), Unidad Mazatlán, Sinaloa.
El investigador dio a conocer que parte de la llanura costera del estado está conformada por humedales que, al igual que el resto de los ecosistemas, son de gran importancia para mantener un equilibrio no sólo climático, sino también humano.
De acuerdo con la Ley de Aguas Nacionales 2012, los humedales son zonas de transición entre los sistemas acuáticos y terrestres, que constituyen áreas de inundación temporal o permanente, que pueden o no estar sujetas a la influencia de mareas, y que son delimitadas por vegetación hidrófila, pero cuya normalidad se está viendo alterada por el CC.
Cabe mencionar que los humedales costeros ofrecen cuatro servicios ambientales básicos como es provisión, es decir, provee de bienes de uso inmediato (agua, alimento, etc.); la segunda es de regulación, que mantiene el buen funcionamiento del ecosistema; la tercera categoría radica en lo ecosistémico, la cual brinda materia prima al resto de los servicios, y la cuarta es la cultural, que contempla beneficios no materiales, como la recreación.
Servicios que históricamente han sido aprovechados por el hombre, por lo cual flora y fauna se convierten en bienes para la población. Sin embargo, es el ser humano quien contribuye al deterioro de los humedales costeros al hacer que el CC incremente sus impactos en dichos ecosistemas.
“Actividades como la agricultura y la industria, y además del crecimiento demográfico alteran no sólo las condiciones atmosféricas, sino también el uso del suelo, la biodiversidad y los ciclos biogeoquímicos del humedal”, afirmó Ruiz Luna.
Entre los efectos dañinos de este proceso está el incremento de la temperatura superficial del mar, la intensificación de precipitación, el blanqueamiento de los corales, el calentamiento de ríos y lagunas y los cambios en la salinidad del mar.
Por otro lado, las comunidades cercanas y que requieren de los servicios otorgados por el humedal también se ven perjudicadas. En este sentido el riesgo de inundaciones, la modificación a la biodiversidad y la pérdida total o parcial de un humedal representan graves consecuencias para la población.
Ante tal problemática, el ciad a emprendido acciones para contrarrestar esta situación en la entidad como es “una serie de estrategias para el aseguramiento de la disponibilidad de agua para los humedales sinaloenses y ya se trabaja en un monitoreo para detectar zonas vulneradas y ocuparse de su restauración”, puntualizó.
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