Ante los problemas que se han enfrentando los Zoologicos a últimas fechas como es la muerte de algunos ejemplares de fauna silvestre en Chapultepec en la Ciudad de México, y el llamado de diversos políticos de cerrar estos sitios y se vuelvan sólo parques recreativos, ha conllevado a evaluar el papel de estas instituciones en la investigación como conservación de especies endémicas como las que no de México.
Por dichos comentarios de la sociedad, es que la Asociación de Zoológicos, Criaderos y Acuarios de México (AZCARM) en conjunto con la Asociación Internacional de Parques de Diversiones y Atracciones (IAAPA), externaron que la reciente iniciativa de reforma a la Ley General de Vida Silvestre presentada por el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), la cual busca prohibir la existencia de zoológicos y acuarios en nuestro país no tiene los requerimientos suficientes para ser considerada.
Ello debido a que la actualidad, la sobreexplotación de la diversidad biológica, la destrucción de los hábitats naturales, la contaminación, las enfermedades, el cambio climático y la introducción de especies exóticas, son los principales factores que amenazan a la biodiversidad y que están provocando la disminución de poblaciones de diversas especies silvestres y elevadas tasas de extinción.
Ante este panorama tan desfavorecedor para la vida silvestre, se realizan esfuerzos a nivel mundial, incluyendo numerosos acuerdos y convenios que obligan a los países firmantes a desarrollar estrategias para conservar estos valiosos recursos. Uno de ellos es el Convenio Sobre la Diversidad Biológica, firmado por 193 países, incluyendo México.
Dicho convenio es el principal instrumento a nivel mundial para la conservación de la biodiversidad y el desarrollo sustentable, y dentro de él se considera la conservación ex situ como una herramienta fundamental para el rescate y la supervivencia de las especies amenazadas o en extinción, pues complementan de manera exitosa las medidas de conservación que se realizan en los ecosistemas naturales.
En México, los centros de conservación ex situ incluyen, además de viveros, jardines botánicos y bancos de germoplasma, a los zoológicos y acuarios.
En comunicado de prensa estos organismos detallaron que «Sabemos que, si bien lo ideal es que todas las especies sean conservadas dentro de su ambiente natural, la realidad es que a menudo las amenazas a la vida silvestre y el profundo deterioro de los ecosistemas disminuyen dramáticamente las posibilidades de que las especies subsistan en su medio natural a largo plazo, por lo que los zoológicos, acuarios y criaderos desarrollan programas y actividades que directa e indirectamente contribuyen a la conservación de las especies.
Así, por ejemplo, gracias a la reproducción en cautiverio en nuestro país y a la posterior liberación en hábitats naturales para el fortalecimiento de las poblaciones silvestres, se ha logrado la recuperación de especies amenazadas o en grave peligro de extinción, como es el caso del cóndor de California, el lobo gris mexicano, el hurón de patas negras, la guacamaya roja y el ajolote mexicano, sólo por mencionar algunas.
De manera paralela, los zoológicos, acuarios y criaderos, constituyen una fuente importante de financiamiento para proyectos de conservación. De una muestra de tan sólo 23 zoológicos y acuarios mexicanos, en los últimos cinco años se invirtieron 269 millones 571 mil 149 pesos (15 millones de dólares) en proyectos de investigación y conservación, muchos de los cuales son realizados en colaboración con diferentes instancias (nacionales y extranjeras) gubernamentales, académicas y organizaciones de la sociedad civil, y están vinculados con acciones de conservación in situ, bajo el esquema de conservación integrada que establece la Estrategia Mundial de los Zoológicos y Acuarios para la Conservación de la Asociación Mundial de Zoológicos y Acuarios (WAZA, por sus siglas en inglés).
Asimismo, estos espacios suelen ser el primer contacto con la naturaleza para una gran cantidad de niños y personas en general. En promedio, una muestra de 23 zoológicos de nuestro país atiende a 40,597 escuelas en sus áreas de educación ambiental y recibe 15 millones 304 mil visitantes al año, inspirando y cautivando a muchos de ellos que actualmente o en el futuro serán profesionales que dedican sus vidas al cuidado y conservación de la vida silvestre en nuestro país y también en otras partes del mundo.
Aunado a las actividades de educación, se desarrollan proyectos de investigación y se genera información básica relacionada con la reproducción, nutrición, bienestar animal, medicina veterinaria, enfermedades, comportamiento, biología y genética, entre otros temas.
Dicho conocimiento contribuye a una mejor comprensión de las poblaciones silvestres para promover estrategias de conservación in situ, tanto en ambientes terrestres como acuáticos, tal es el caso de los zoológicos que han contribuido con una gran cantidad de la información básica para la conservación de especies en vida libre.
El sector de zoológicos y acuarios es por tanto un recurso significativo para la educación, y de esfuerzos de conservación e investigación. Los zoológicos y acuarios contribuyen a concientizar al público sobre los problemas medio ambientales e implementan programas de acciones para la conservación. Además de ofrecer oportunidades a los científicos y al público en general para entender y apreciar mejor, el valor de los animales.
Por otra parte, zoológicos y acuarios destinan una gran cantidad de recursos propios en el cuidado y rehabilitación de ejemplares provenientes del tráfico ilegal que las autoridades ambientales de nuestro país decomisan y ponen bajo su resguardo, sobre todo en aquellos casos en los que no pueden ser reintroducidos a su medio natural por diversas razones.
Además de estas importantes contribuciones y ante el creciente deterioro ambiental y desaparición de especies en sus hábitats naturales, así como debido a la constante preocupación por promover el bienestar de los animales, hoy en día se invierten cada vez mayores esfuerzos y recursos al objetivo primordial de los zoológicos y acuarios modernos: la conservación.
La prohibición de estas actividades, como pretenden algunas personas, provocará un efecto contrario a lo que se busca en cuanto a conservación y bienestar animal, además de que se opone a estrategias y herramientas que han dado frutos y que forman parte del concepto fundamental de la conservación en México.
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