La Comisión Nacional de Áreas Naturales protegidas (Conanp), The Nature Conservancy, entre otras organizaciones dieron a conocer el libro, Relatos de Fogata, que narra las experiencias de aquellos hombres y mujeres que luchan por la conservación de la naturaleza y que desde su punto de vista dan a conocer aquellas lecciones que en busca de información proporcionan los ecosistemas.
La edición de esta publicación corrió a cargo Ignacio J. March Mifsut y Marco A. Lazcano Barrero, quienes coordinaron la recopilación de los relatos de biólogos, conservacionistas, fotógrafos, observadores, etc, que se dieron a la tarea de narrar sus experiencias.
Esta publicación viene a motivar a las nuevas generaciones de biólogos y conservacionistas para hacer intenso trabajo de campo y vencer los retos que la conservación implica; se dio a conocer en conferencia de prensa.
Exequiel Ezcurra, investigador de la Universidad de California, dijo a Mi Ambiente que este libro trata de mostrar que este mundo cada vez se va haciendo mas pequeño por las comunicaciones y esto nos conlleva a que la capacidad de la conservación del entorno debe ser un síntoma del enlace de lo literario y la ciencia biológica,
Añadió que este libro trata de acercar a que los naturalistas dan la oportunidad de conocer a la naturaleza y ello nos da posibilidad de saber a donde vamos; además que es una lectura que puede ser muy conveniente para los menores de edad; ya que son narraciones de pasajes no son síntesis de ciencia.
“Este libro tiene la virtud para que un niño y un adolescente pueda leerlo sin perder su interés, y literariamente tiene diversas variables con gente que está en campo, pero el valor del contenido es muy bueno; es muy importante este libro al traer a la gente la idea que la conservación es algo que se puede hacer todos los días y esta labor lo lleva a cabo personas comunes en todos los días”.
El libro incluye las experiencias en campo de 58 biólogos y conservacionistas en distintas partes del mundo y de manera especial en América Latina y está dividido en cinco partes, la primera narra encuentros cercanos con los seres de la naturaleza; la segunda aborda los recuerdos de campo; la tercera nos narra situaciones críticas para finalmente contar las vivencias con habitantes locales sin descuidar sucesos sobrenaturales, indicó la Conanp en comunicado de prensa.
Entre algunos de los pasajes narrados se encuentran: De ballenas e islas, de Luis Bourillón; En tierra de jaguares, de Juan Carlos Faller Menéndez; Tortugas marinas: incansables navegantes en los mares del tiempo, de Ignacio J. March Mifsut; Los incendios del 98 en la Selva Lacandona, de Eduardo J. Naranjo Piñera; Calakmul: Viendo el bosque a través de los árboles, de Carlos Galindo-Leal; Aprendiendo con los Lacandones de Nahá: Donde la “selva” no es solo selva, de Ruth Jiménez Cruz; El inicio del cielo, de Alfredo Arellano Guillermo entre otros más.
El pasaje: Bajo la mirada de su majestad de Ignacio J. March Mifsut y Marcelo Aranda, entre sus palabras nos indica que: conforme nos acercábamos al animal, poco a poco íbamos distinguiendo su tamaño y las manchas de su pelaje. ¡Era nada menos que un jaguar! Era difícil creerlo por haberlo encontrado tan cerca y tan pronto. Era un jaguar silvestre, un jaguar viviendo en plena libertad; estaba echado sobre un tronco caído junto a la orilla, a escasos 10 metros de nosotros, posiblemente esperando a que llegaran algunas de sus presas y que ya habíamos identificado por la mañana en sus excrementos: los mapaches. Estos seguramente vendrían a la orilla a cazar cangrejos y a sacar caracoles: manjares irresistibles”.
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