Los aportes de la ciencia y tecnología han permitido que la humanidad progrese de manera veloz. Todo este desarrollo tiene la intención de mejorar nuestras vidas; más cómodas y con herramientas que satisfagan nuestras necesidades. Parte de ese desarrollo son las grandes ciudades; a través de los siglos fueron creciendo por el asentamiento de grupos humanos. Sin embargo, con el paso de los años las urbes han perdido gradualmente sus espacios naturales. Parques y bosques son sustituidos por rascacielos de hormigón, metal y cristal.
Esta pérdida de vegetación tiene consecuencias graves en el clima y el suelo. Las ciudades más grandes y pobladas sufren de muchos males; inundaciones, calor, contaminación del aire, plagas. Todo esto es producto de la ausencia de estos espacios naturales que tanto aportan al planeta. La concentración excesiva de calor se origina porque los materiales como el hormigón o el asfalto acumulan la temperatura captada pero no pueden perderla con rapidez; este efecto se conoce como islas de calor. Además, la concentración de CO₂ se ve elevada pues no hay ningún cuerpo que lo absorba; los árboles que antes prestaban ese servicio ambiental han desaparecido. Durante la época de lluvias, las inundaciones son cada vez más intensas; normalmente la tierra filtra el agua hacia las capas internas de la tierra, no así el asfalto y el cemento, de modo que, si la precipitación es intensa, el agua permanece en la superficie.
Las ciudades se tornan, entonces, en un verdadero caos. Pero ¿qué podemos hacer para contrarrestar estos problemas? Las alternativas que se destacan son las azoteas verdes, jardines verticales, huertos urbanos, huertos por hidroponía y algunas otras más. Todas estas opciones están pensadas para las grandes ciudades, son sistemas que se implementan en rascacielos, oficinas u hogares que se encuentran en las grandes ciudades. Estos espacios verdes no requieren de una gran extensión, de hecho, ideales para sitios reducidos. Seguramente, ya hemos visto establecimientos, corporativos o viviendas particulares que ya implementaron estas ideas. No sólo embellecen el área, sino que prestan además los servicios ambientales que la vegetación desaparecida proveía; captación de CO₂, menor temperatura, repelen plagas o insectos, filtración del agua.
Estas opciones verdes son fáciles de implementar y además muy económicas; en los huertos urbanos o huertos por hidroponía podemos cultivar nuestros propios alimentos, por lo que el ahorro es aún mayor.
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