Mitigar la huella ecológica es el tema recurrente justas deportivas internacionales, pero no se ejecuta con la fuerza que debiera, salvo excepciones, como fueron los Olímpicos del Londres o de Sidney, mas no en el futbol, donde la nota dominante fue la ineficacia de acciones sustentables en los Mundiales donde, por el contrario, generan emisiones de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera por la movilización terrestre y aérea de cientos de miles de personas, hecho que se suma al uso de energía en estadios y transmisiones televisivas, etc.
La Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA) y el Comité Organizador de la Copa Mundial de Fútbol de Brasil 2014 (COL) informaron, en el caso de Brasil 2014, que este evento tiene algunas iniciativas en el ámbito sustentable para mitigar el impacto negativo de sus actividades en el entorno natural.
Este Mundial actúa en puntos clave ambientales, como es la mitigación del Cambio Climático, donde la FIFA y COL calculan la huella de carbono del torneo y desarrollan medidas para evitar, reducir y compensar sus emisiones.
Para ello, buscan que los estadios cuenten con la certificación Leed (Leadership in Energy and Environmental Design), otorgada a edificios verdes y sedes, como Maracaná y Mane Garrincha, donde se instalaron paneles solares y cuentan con una correcta gestión de residuos que sigue la normativa medioambiental brasileña, mediante la promoción del reciclaje.
Pese a estas labores, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) señala que lo anterior es insuficiente y ha pedido a la FIFA mayor empeño para que estos certámenes combinen el tema deportivo y verde, ya que, si bien se trabaja al respecto, “el esfuerzo invertido en gestión ambiental no es suficiente”, señala un estudio del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF), que enfatiza que la FIFA debe compensar su propia huella de carbono e incentivar a sus socios a hacer lo mismo con mayor empeño.
Según este organismo mundial del deporte, Brasil 2014 generará cerca de 2.72 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente, sin contar las obras en estadios e infraestructura o los millones de televisores encendidos para er los partidos, además se debe incluir las emisiones de la construcción o renovación de 12 estadios y mover a 3.7 millones de turistas en el país sudamericano.
La misma FIFA reconoció a inicios de este año que la Copa Mundial de Brasil 2014 no sería “ambientalmente amigable”, lo que rompió la tendencia en competiciones deportivas de ese nivel, como los Olímpicos de Pekín 2008 y Londres 2012 (éstos últimos considerados “los más verdes de la historia”). Brasil 2014 fue 60% más contaminante y generador de emisiones de CO2 que Sudáfrica 2010.
Para mitigar y controlar las emisiones por uso de instalaciones, una de las acciones fue desarrollada por General Electric (GE) que iluminó el campo de cinco de los 12 estadios del ptresente Mundial: Nacional de Brasilia y Arena de Amazonia con el proyecto GE Lighting que contempla la iluminación de todo el complejo deportivo y las canchas de Pernambuco, Maracaná y Beira Rio, GE.
Además, Brasil logró en dos años antes del inicio del certamen reducir significativamente sus emisiones de gases invernadero, gracias a una menor deforestación en la Amazonia e invertir 11 millones de dólares en acciones favorables al Medio Ambiente para instalar paneles solares en algunos de los cuatro nuevos estadios inaugurados, que se prevé brinden servicios de venta de energía a las poblaciones en donde estén ubicados.
No debe olvidarse que en muchas ocasiones el balompié va más allá de ser un simple deporte, al incluir aspectos publicitarios que dejan de lado aspectos sociales y ambientales. En 2010, este apartado redituó a la FIFA más de 4 mil millones de dólares en ganancias, por su comercialización.
Julio Juárez Gámiz, académico del Posgrado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) de la UNAM, planteó que se trata de una actividad global y un negocio mediatizado con transmisiones que siguen millones de personas, desde los juegos de ligas locales hasta las justas regionales e internacionales, lo que conduce a la hipercomercialización y todo lo vinculado con la Copa del Mundo está a la venta.
Haciendo memoria se puede mencionar que hace cuatro años en Sudáfrica 2010, se describió que el futbol no es la vía más adecuada para luchar contra el calentamiento global; por el contrario, aumenta considerablemente la huella ecológica de quienes asisten a este espectáculo, pero sí es la vitrina adecuada para enviar mensajes sobre el cuidado del Planeta.
Ejemplo de ello es la difusión, muy poca, pero que se presentó de campañas como Gol Verde de la FIFA. En Alemania 2006, en principio, identificó 41 programas de acción transversal en 9 áreas clave: energía, optimización en agua potable, gestión de residuos, transporte sostenible, biodiversidad, arquitectura sostenible, turismo responsable, sensibilización medioambiental y monitoreo de datos e indicadores. Mientras que en Sudáfrica 2010 se invirtieron 50 millones de euros para crear un servicio de transportes público eficiente, inexistente en dicha ciudad.
Sin embargo, para Brasil 2014 los controles ambientales no han dado los resultados deseados, ya que el transporte internacional y sus emisiones de CO2 generarían una huella de carbono cercana a 13 veces mayor a la de Alemania 2006; en Sudáfrica 2010 se habló de emisiones similares a las brasileñas, pero al final fueron de sólo 1.65 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono.
La idea de la FIFA es compensar el 100% de la contaminación suscitada por la Copa del Mundo, a través de una inversión de 2.5 millones de dólares mediante el financiamiento de la reforestación en Brasil, puesta en marcha de proyectos eólicos, construcción de plantas hidroeléctricas y otros proyectos para el 2015.
SE EXTINGUE MASCOTA DEL MUNDIAL
Como colofón de los problemas ambientales de Brasil 2014, la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN) estima que casi el 80% de las orquídeas zapatilla templadas y más del 90% de los lémures están en peligro de extinción, según la última actualización de la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN, en la cual se ha incluido a la anguila japonesa.
Esta Lista Roja de la UICN incluye a la mascota del Mundial: el armadillo de tres bandas brasileño (Tolypeutes tricinctus). Se cree que la especie ha disminuido en más de un tercio en los últimos 10 a 15 años, debido a una pérdida del 50% de su matorral seco hábitat “Caatinga”. Su estado sigue siendo vulnerable.
ESFUERZOS AISLADOS DE UNIFICAR FUTBOL Y ECOLOGIA
Desde hace algunos años se tiene el proyecto Soccket que es un balón de fútbol que genera energía mientras juegas con él. Este objeto deportivo fue diseño por estudiantes de la Universidad de Harvard. El balón se define por capturar energía generada por impacto (patadas) que recibe durante el partido. La electricidad generada de esta manera se almacena en su interior y por la noche se puede utilizar para encender una lámpara LED o cargar un teléfono celular.
MÉXICO, INCIPIENTE COMPROMISO AMBIENTAL EN EL FUTBOL
En México, pese a la escasez del compromiso ambiental de ligas profesionales como la Federación Mexicana de Futbol (FMF), Liga Mexicana de Béisbol (LMB) y la Comisión Nacional de Fomento al Deporte (Conade) –regidora del deporte amateur nacional-, por mencionar los tres organismos deportistas organizados más importantes de país, no existe un compromiso formal con el Medio Ambiente, aunque actores individuales hacen labor ecológica con grandes esfuerzos individuales.
Otra labor que debe mencionarse fue la coordinada por Pronatura: “Goles por la Reforestación”, que por varios años ha dado resultados positivos como apoyar la reforestación de las cuencas de los ríos Valle de Bravo, Malacatepec, Tilostoc y Temascaltepc. Un trabajo similar es el realizado por Televisa Verde y autoridades ejidales para rescatar hectáreas de bosque en el paraje Agua Zarca, ejido San Antonio de la Laguna, Edomex, al plantar 5 mil árboles por 5 años.
Así como es apoyada la zona de la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, en el estado de Michoacán en el sureste de México que desde 2009 entró a este programa con una plantación de 44,000 pinos en 44 hectáreas y un seguimiento de cinco años en los Santuario Cerro Pelón, San Juan Xoconusco, Donato Guerra, Estado de México, para salvaguardar 84 hectáreas de bosque, de sus poco más de 56 mil hectáreas. Este año, Televisión Azteca amplió su campaña Limpiemos México, implementando un balón con fines verdes en las finales del futbol mexicano que es sólo promoción de una campaña de un día al año con brigadas ciudadanas de recolección de residuos.
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