La interrelación entre municipios y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) es prioritaria y clave para determinar el rumbo de la gestión integral del agua y lograr poblaciones más sustentables en materia hídrica, por ello, se ha fortalecido la coordinación con las instancias locales, a fin de entender las problemáticas y conocer y atender las necesidades locales, en materia hídrica, señaló Roberto Ramírez de la Parra, Director General de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Indicó lo anterior al participar en el Encuentro Anual de Presidentes Municipales, en donde señaló que una de las necesidades prioritarias es detectar las regiones vulnerables a los escurrimientos y estar mejor preparados para reducir los riesgos de la población y sus bienes ante los fenómenos hidrometeorológicos, los cuales son cada vez más difíciles de pronosticar, debido al cambio climático, que ha alterado su comportamiento típico.
Asimismo, señaló, se debe afrontar la baja en las lluvias en algunas regiones de México, para lo cual es necesario reforzar la cultura del uso eficiente del agua. En ese sentido, hizo énfasis en que una de las estrategias de la Conagua está enfocada a reforzar la modernización del riego en el campo y mejorar la planeación de los cultivos, para lograr una producción mayor y mejor valorada en el mercado con menor cantidad de agua.
Subrayó que se deben fortalecer los esfuerzos encaminados a ampliar y hacer más eficiente el funcionamiento de los sistemas de desagüe municipales, como un elemento para incrementar la seguridad hídrica para la población mediante un mejor control de los escurrimientos.
Señaló que a los municipios también les corresponde establecer esquemas sostenibles para la prestación de los servicios de agua, para lo cual pueden recurrir a acciones innovadoras como el intercambio de agua tratada por agua de primer uso, la reinyección a los acuíferos para conservarlos como fuente principal de abasto y el uso del agua de mar en las regiones costeras.
Para lograr ciudades más sustentables, consideró que también se debe considerar el fortalecimiento técnico de los organismos operadores, dirigido a establecer un funcionamiento prioritariamente técnico que incluya manuales operativos y la profesionalización y permanencia de los recursos humanos.
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