Una vez abiertas las jaulas transportadoras, su plumaje multicolor volvió a engalanar la selva de la Reserva de la Biosfera Maya, en Guatemala. Fue así como 19 guacamayas rojas (Ara macao cyanoptera), especie emblemática en la región centroamericana, regresaron a su hábitat natural, luego de haber sido rescatadas y decomisadas del tráfico ilegal de vida silvestre.
Aunque la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza clasifica actualmente a la guacamaya roja como de “menor preocupación”, varios países de América Central la consideran una especie en peligro de extinción. Los investigadores estiman que quedan entre 150 y 200 guacamayas rojas en Guatemala, donde están catalogadas como amenazadas. La subespecie del norte se considera en peligro de extinción en México, Belice, Costa Rica y Panamá; es una especie de preocupación en Honduras; y está protegida de la captura en Nicaragua.
La pérdida de su hábitat, la captura y explotación para el comercio ilegal de mascotas son las principales amenazas para esta especie. Arrancadas de sus nidos, estas aves pueden ser objeto de tráfico por cientos de dólares cada una a países de todo el mundo.
La liberación de estas guacamayas en Guatemala fue el resultado del trabajo conjunto de las organizaciones no gubernamentales, sin fines de lucro, Asociación Rescate y Conservación de Vida Silvestre (ARCAS) y Humane Society International/Latinoamérica, con el apoyo de la Fundación Luis Von Ahn y Defensores de la Naturaleza, así como el Consejo Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).
Todas las guacamayas liberadas fueron víctimas del tráfico ilegal de vida silvestre. Si bien la mayoría nacieron en el Centro de Rescate de Vida Silvestre de ARCAS de padres rescatados del tráfico de vida silvestre, dos de ellas fueron decomisadas directamente por las autoridades. Fernando Martínez, director de ARCAS Petén, explicó: “Los dos juveniles confiscados se encontraban encerrados en cajas y estaban destinados al comercio ilegal de mascotas. Como llegaron al centro de rescate cuando eran jóvenes, tuvieron la oportunidad de integrarse al resto del grupo y regresar al hábitat de donde fueron extraídas”.
“A través de nuestro proceso de rehabilitación, todas las diecinueve aves han aprendido las habilidades necesarias para vivir libres y aumentar la población silvestre de guacamayas en la Reserva de la Biosfera Maya”, agregó Martínez.
Andrea Borel, directora ejecutiva de HSI/Latinoamérica, señaló que el tráfico ilegal de vida silvestre en Guatemala representa una gran amenaza para especies amenazadas como las guacamayas, dado que los traficantes extraen a los pichones de sus nidos para comercializarlos como mascotas.
“El tráfico ilegal impone un precio a estas especies, lo que conduce a una disminución insostenible de las poblaciones, ello aunado a la pérdida de sus hábitats. Además, esta actividad ilegal causa un gran dolor y angustia a los animales que son extraídos y contrabandeados a largas distancias para ser vendidos en el mercado negro de mascotas. Es por ello que, desde 2007, HSI/Latinoamérica ha trabajado con nuestro socio local, ARCAS, en la protección y conservación de la vida silvestre en Guatemala”, agregó.
La liberación de las guacamayas a su hábitat natural fue facilitada por miembros del Centro de Rescate de Vida Silvestre ARCAS, HSI/Latinoamérica, la Fundación Luis Von Ahn y Defensores de la Naturaleza, bajo la supervisión del CONAP. Las aves liberadas serán observadas y monitoreadas durante 15 días para dar seguimiento a su progreso.
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