Ante la nueva realidad mundial de que los turistas apuestan a los nuevos complejos turísticos con visión verde, hacen necesario que se cuente con una infraestructura turística sustentable que se base en tres pilares; ser un negocio rentable, integrar a su desarrollo a la comunidad y el respeto al medio ambiente.
El panorama de la inversión inmobiliaria pese a los problemas de la economía nacional el país es un destino muy atractivo para la inversión inmobiliaria, simplemente cabe mencionar que en este sexenio, las proyecciones del sector arrojan 20 mil millones de dólares para la inversión turística y un estimado de 28 millones de turistas, que se traduce en 5 puntos porcentuales de crecimiento anual.
A este respecto, en entrevista con este reportero, Juan Bremer, socio y vocero de Rasaland, un corporativo dedicado al desarrollo inmobiliario en Jalisco y Nayarit, comentó que diversos polos turísticos tienen que mirar más allá de sus muros y tomar en cuenta a los poblados aledaños de donde obtienen desde sus servicios ambientales como la mano de obra de sus instalaciones; es decir, ser complementarios con sus polígonos vecinos.
Explico que en la actualidad están buscando el impulso de infraestructura turística sustentable con la creación de tres polos de desarrollo de este sector, en Costa Alegre, La Mandarina y Bahía Concepción, en donde se pretende crear complejos turísticos de acorde a nuevos requerimientos sostenibles, como el tomar en cuenta los sistemas agrícolas aledaños, buena imagen urbana, servicios y derrama económica al alcance de todos los poblados aledaños.
Añadió que “debemos hacer un turismo sustentable, ya que se ha planificado de forma equivocada en otros destinos con hoteles muy cerca del mar, pues debieran haberse edificado a más de 50 metros de la playa tanto para la protección de la misma gente como los ecosistemas, y esto es algo que Costa Alegre busca crear”.
Ello con base a involucrar a la comunidad para que este organizada y sepa implementar proyectos productivos en atención a sus mismas necesidades y sepa aplicar los recursos existentes de los gobiernos y no se tengan atrasos en su desarrollo comunal.
“La capacitación es básica en este sector, desde la mano de obra de la construcción hasta los prestadores del servicio, así como de liderazgo para ramos directivos”, situación que dijo no es difícil de realizar, sino que lleva tiempo y se requiere compromiso de las empresas y la comunidad.
Puso de ejemplo que en Costa Alegre, en materia de protección ambiental se piensa aplicar proyectos productivos en el campo para que se autoabastezca de sus insumos, establecer una zona de protección para un campamento tortuguero y saneamiento de un estero Ramsar.
Cabe destacar que en menos de 20 años, la Costa Alegre, Jalisco crecerá en un millón sus visitantes anuales (de 300 mil actuales) y en más del triple sus cuartos de hotel (pasará de tres mil a diez mil), y además, multiplicará por 20 sus unidades inmobiliarias (de 200 a casi cuatro mil), siempre que se logre canalizar una inversión pública y privada de 20 mil millones de pesos.
Éstas son las metas del Programa subregional de desarrollo turístico Costalegre, presentado por el Fondo Nacional de Fomento Turístico (Fonatur) este mes, para convertir la región en una de las zonas de recreación de playa y montaña más importantes del país para el turismo de alto poder adquisitivo.
Mientras que en Riviera Nayarit, indicó, se trabaja en los cuatro poblados aledaños para mejora de la imagen urbana y esto sea atractivo para el turismo en el futuro, enfatizó que “falta organización en los municipios y es ahí donde nos hemos metido para fomento de esto, en beneficio de los proyectos que se hagan a un costado de las comunidades y se pueda mejorar la calidad de vida de la población.
Informó que un ejemplo de este compromiso es la colaboración establecida con la UNAM y la U. de Arizona para hacer estos proyectos como punta de lanza del turismo sostenible, “estamos invitando a que la UNAM de cursos de sostenibilidad con base al estudio de este proyecto”.
Lamentó que por la guerra contra el narcotráfico emprendida por el gobierno federal, el turismo -que es el tercer generador de divisas- este en una crisis por la imagen por la inseguridad que se ha difundido exageradamente a nivel internacional, y si bien se padece de violencia en algunas zonas, existen regiones en Rio de Janeiro, Brasil, donde se presenta más violencia que en México, pero ellos no tienen el estigma de una guerra.
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