Durante los primeros meses de 2022, por primera vez, todo el sector naviero se ha unido en su llamado a los reguladores para que tomen medidas concretas para descarbonizar el transporte marítimo global (transporte de contenedores y transporte de automóviles).
El transporte marítimo ha avanzado en sus compromisos e inversiones para garantizar que pueda mantenerse alineado con el Acuerdo de París. Esta visión común ha hecho posible que el World Shipping Council (WSC) tenga una presentación concreta para IMO MEPC78 que describa los cimientos para un marco regulatorio sólido y preparado para el futuro. Ahora, es necesario que la Organización Marítima Internacional (OMI) y sus Estados miembros actúen en las importantes reuniones de la OMI de este año.
La propuesta del WSC se basa en los siguientes elementos centrales:
Un precio global de Gases de Efecto Invernadero (GEI): dado que los combustibles renovables probablemente cuesten de dos a tres veces el precio de los combustibles fósiles, un precio global sustancial de GEI es un requisito previo para asegurar un mercado competitivo para los combustibles netos cero.
Un análisis transparente del ciclo de vida de los combustibles: las evaluaciones del ciclo de vida (life cycle assessments, por sus siglas en inglés, LCA) son fundamentales para tomar decisiones informadas sobre qué precio del carbono para los combustibles con alto contenido de GEI será efectivo para crear un campo de juego nivelado. Esto es fundamental para la transición a los combustibles verdes.
Un estándar de nueva construcción: los estándares de nueva construcción de OMI (Organización Marítima Internacional) deben partir de una simple mejora en la eficiencia del diseño y convertirse en parte de la estrategia general de OMI. Los estándares pueden desempeñar un papel clave en la eliminación gradual de los buques que funcionan con combustibles fósiles.
Corredores verdes, producción integrada y suministro de combustibles con cero GEI: sobre la base de la Declaración de Clydebank, los corredores verdes permitirán una implementación más rápida de la transición tecnológica y de combustibles. Aquí, la producción y el suministro serán fundamentales para catalizar una serie de inversiones de primer orden que se realizarán a una escala necesaria y sin precedentes.
Cada uno de estos elementos, por supuesto, tendrá que desarrollarse más durante 2022. Entre ellos destaca el uso de los ingresos derivados de este precio del carbono y la importancia de asegurar una transición global justa. Sin embargo, la señal de las compañías navieras a la OMI es inequívoca: se necesita una regulación sólida y preparada para el futuro.
Como miembro activo de la WSC, A.O. Moller-Maersk espera que al establecer el marco como sector debería ser el próximo paso inmediato de la OMI, y así lograr un diálogo constructivo para asegurar que 2022 sea recordado como el año en que los Estados miembros de la OMI elevaron sus ambiciones y acordaron un marco sólido de GEI necesario para navegar una transición energética importante en el sector marítimo y en toda la economía en general.
Entre muchas otras acciones, a mediados de febrero Maersk dio a conocer que firmará un acuerdo con Air France – KLM para comprar combustible de aviación sostenible (SAF). El acuerdo incluye un contrato único en su tipo para cubrir alrededor de 40,000 viajes realizados por Maersk´s Marine & Corporate anualmente. El acuerdo de 2 años brinda oportunidades para comprar más SAF para los clientes de carga de Maersk que buscan dar solución a la huella de CO2.
Lograr la neutralidad climática es un imperativo estratégico para Maersk. En carga aérea, tiene ambiciones similares a las de carga oceánica, incluido el negocio de envío donde la compañía está involucrada con transportistas que ofrecen soluciones basadas en SAF, así como una flota propia con la que se compromete a explorar combustibles ecológicos de acuerdo con las directrices de la IATA y la OACI.
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