En aras de impulsar el uso de autos eléctricos en el país, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) instalará medidores independientes en los hogares de los conductores de este tipo de vehículos y de esta manera incentivar este mercado que se estima es de 200 vehículos al momento y que es el paso al futuro de la movilidad, acordaron los presente en conferencia de prensa.
El director general de la CFE, Enrique Ochoa Reza, explicó que la colocación de un medidor alterno busca que el consumo de energía para recargar el auto eléctrico no se facture en el recibo del consumo doméstico y provoque que éste pase a otra tarifa por el alto consumo. Detalló lo anterior en el marco de firma de un convenio de CFE y la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).
Ochoa Reza añadió que es primordial ampliar esta red de abastecimiento de energía para dar mayor confianza a los compradores de que existen lugares donde puedan cargar sus unidades.
El funcionario explicó que para crear un círculo virtuoso la empresa destinará la producción de electricidad de una de sus plantas de energía limpia para proveer el servicio a las estaciones de abastecimiento públicas y particulares.
Según la AMIA un cargador en una casa cuesta en promedio entre 8,000 y 10,000 pesos, el cual está incluido en el paquete de venta junto al automóvil, ello en diversas marcas que ya expenden este tipo de carros en el país, y que fueron signantes de este convenio acordado.
El funcionario federal dijo que “esto va a permitir que cómodamente se pueda recargar sin pasar a otra tarifa, también se han puesto estaciones públicas, donde el compromiso es ir haciendo redes para permitir al usuario recargar en otros lugares”.
Por su parte, el presidente ejecutivo de la AMIA, Eduardo Solís, consideró que se deben generar elementos de promoción adicional para estas tecnologías, como financiamiento, incentivos como placas verdes, estacionamientos especiales, vialidades y ante medios de comunicación dijo que espera tener resultados por lo menos para enseñar en los próximos cinco años.
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