El mayor desafío para modernizar y transformar el sistema de transporte público en las ciudades latinoamericanas es el fortalecimiento y organización de la institucionalidad, coincidieron diversos especialistas que asistieron al 7º Congreso Internacional de Transporte 2015.
Ya que contar con una autoridad fuerte le permitirá tener capacidad técnica para pensar en proyectos integrales y crear políticas permanentes, de lo contrario, la movilización termina en un proceso de simple sustitución empresarial, aseguró Viviana Tobón Jaramillo, asesora del despacho de la Secretaría de Movilidad de Medellín, Colombia.
Ejemplificó con el sistema de transporte masivo de Bogota, Colombia, el TransMilenio, que una de las principales problemáticas del proyecto ha sido generar falsos diagnósticos y aplicar “remedios” equivocados: en la realidad latinoamericana, sostuvo, se ha intentado resolver con técnica y no con gestión de políticas públicas, lo que ha derivado en un problema social.
Por su parte, Juan Carlos Muñoz, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Chile, destacó que tras la aplicación de TranSantiago, el proyecto modernizador de transporte público más radical en el mundo, en Santiago de Chile se evidenció la necesidad de un marco legal, financiero e institucional muy fuerte al formalizar este sector de la economía.
Sin embargo, de acuerdo con Gisela Méndez, representante de CTSEmbarq México, “no hay ninguna ciudad en Latinoamérica que se haya transformado y que haya sobrevivido al cambio sin una institución de gobierno fuerte”. Aunque sean gestionados muchos cambios ciertamente necesarios, si se mantienen las mismas estructuras de gobierno, habrá un fracaso, sentenció.
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