El 20 de abril se publicó el decreto por el cual se expande el área de refugio de la vaquita marina de 1260.85 a 1841 km2, al respecto, las organizaciones de la sociedad civil Greenpeace México, Defenders of Wildlife de México y Teyeliz, A.C, habían logrado un acuerdo con Rafael Pachianno, titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), para aumentar dicho polígono en aras de proteger la mayor zona de concentración de las vaquitas.
Durante el proyecto de avistamiento de vaquitas para su captura y traslado a un encierro para fomentar su reproducción realizado a finales de 2017, el Comité Internacional para la Recuperación de la Vaquita (CIRVA) encontró que la mayor parte de la población se encontraba concentrada en un área que abarcaba una zona fuera del área de refugio original decretada en el 2005.
En febrero del 2018 organizaciones de la sociedad civil presentaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) una propuesta detallada para blindar dicha zona, con el objetivo de que la especie pueda reproducirse en su hábitat natural y evitar la pérdida de más ejemplares.
“Celebramos que el Secretario Pachianno haya cumplido cabalmente con la promesa de incrementar el área de refugio de la vaquita marina para proteger la zona de mayor concentración de la población, pero esto no es suficiente”, dijeron las ONG.
Sin embargo, la sola expansión del área de refugio no servirá para salvar a la vaquita si no se aplican las demás medidas acordadas con el Secretario. Pacchiano que se comprometió a poner en práctica que consisten, entre otras, en incrementar la vigilancia en el polígono donde se ubican más individuos de la especie para mantenerlo libre de redes totoaberas; que queden restringidas las actividades pesqueras e incluso la navegación con cualquier fin, excepto la vigilancia.
“Para que la expansión del polígono de refugio de la vaquita no sea otro dibujo en el mar deben destinarse los recursos humanos y financieros para que la inspección y vigilancia sea efectiva. Ya existe un ejemplar de vaquita marina muerto durante este 2018 y la critica población de la especie no permite que existan más decesos de vaquitas en el mar de Cortés, esa es tarea del gobierno”, apuntó Miguel Rivas campañista de Océanos de Greenpeace México.
“Es esperanzador que el secretario Pacchiano haya protegido el último reducto de la vaquita en México. Falta decretar las medidas importantes que son las que evitarán que la vaquita se ahogue en redes y que la vigilancia sea la adecuada ya que hasta ahora no ha funcionado”, expresó María Elena Sánchez, presidenta de Teyeliz, A.C.
“El nuevo refugio no salvará a la vaquita en tanto no se elimine su problema principal que es la pesca ilegal de totoaba. Si la forma en que se pesca a la totoaba cambia de tal manera que no se ahoguen las vaquitas, el problema desaparece. En este caso, si las redes ilegales se cambian por líneas de pesca deportiva legales, las vaquitas no serían afectadas y se podrían salvar de la extinción”, recalcó Juan Carlos Cantú, director de programas de Defenders of Wildlife de México.
Comentarios Cerrados