Aunque la entrada otoñal trajo consigo los dos primeros frentes fríos del invierno 2013-2014 que vinieron a complicar aún más la época de lluvias, inundaciones, desastres naturales, afectación y destrucción de infraestructura y cultivos, e incrementar el número de muertos, se espera que octubre, noviembre y diciembre no sean tan frío, sino ligeramente por arriba del promedio y lo normal, según fuentes mexicanas y de Estados Unidos.
Sin embargo, debe tenerse mucho cuidado porque en cuestiones climáticas, las cosas pueden cambiar. Así que este primer pronóstico se podría modificar conforme avance el tiempo.
Actualmente no se cuenta con la presencia de El Niño y La Niña. Existen 60 por ciento de posibilidades de que así termine el año. Sin embargo, La Niña ya se inclinó y lleva un 20 por ciento de avance y de continuar así es probable que este invierno sea con este fenómeno y eso cambiaría todo, porque ella, todo lo enfría.
Pero con La Niña o sin ella, los especialistas mexicanos recuerdan que, como siempre, en el norte, noreste, centro del país, vertiente del Golfo de México y Península de Yucatán se tienen descensos bruscos de temperatura.
Se considera que este invierno sea húmedo, por lo que se tendrían lluvias en el norte del país con la llegada de las masas polares que empujan a los frentes fríos.
Por lo que toca del centro al sur de México, se espera que por lo menos octubre resulte lluvioso. Para esta región, el “Cordonazo de San Francisco” no será de gran ayuda.
INVIERNO 2013-2014
La temporada invernal 2013-2014 constaría de unos 52 a 64 frentes fríos, se inició oficialmente ente mes y concluye el 20 de mayo del próximo año, según el pronóstico preliminar de largo alcance del Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua.
Para el anterior invierno, el SMN pronosticó 45 y se presentaron 44. Si para el siguiente se tendrían 64 eso nos indica que se tendría un incremento importante de estos fenómenos, lo que también hace suponer un invierno más crudo, especialmente para el norte del país, donde alguna vez se alcanzó hasta 38.5 grados bajo cero, aunque con frecuencia se ven menos 20 ó 17 grados. Según el SMN el promedio nacional de frentes fríos son 58 por temporada.
Asimismo, se aseveró que durante las estaciones de otoño, invierno y primavera se presentan el mayor número de frentes fríos en México, estos fenómenos meteorológicos corresponden al movimiento de una masa de aire frío desde el polo hacia el ecuador. Cuando ésta entra en contacto con una masa de aire caliente menos denso se produce una situación de inestabilidad que suele provocar descenso en temperatura, fuertes lluvias, intensos vientos, y en ocasiones, heladas.
Las entidades federativas del norte, centro, vertiente del Golfo de México y Península de Yucatán son los más afectados, sin embargo, la presencia de estos sistemas a menudo ocasionan descenso de la temperatura que afecta a casi todo el país.
Finalmente, se afirmó que el pasado 22 de septiembre se inició en el país el otoño, que corresponde a la transición de sistemas tropicales a sistemas invernales.
HISTORIA
Se acuerdan de aquella macroinundación de Tabasco, que afectó al 80 por su territorio y que dejó pérdidas económicas por unos 60 mil millones de pesos. Esa ocasión, estaba por llegar el “Cordonazo de San Francisco” en 2007, pero los frentes fríos 5 y 6 regresaron un fenómeno lluvioso y en cuestión de horas se produjo la devastación.
Según los informes oficiales de entonces, dichos fenómenos provocaron un aumento del caudal de agua del Río Grijalva del orden de los 1500 metros cúbicos por segundo, que fue determinante para la inundación de Villahermosa.
De acuerdo con los ambientalistas, se señalan muchas causas y puede que haya algo de cierto, como fueron las intensas lluvias, la crecida del río y el desfogue de la presa Peñitas. Sin embargo, la causa de fondo ha sido ignorada y esa es la deforestación. La selva tabasqueña; su vegetación primaria fue devastada en 97 por ciento por actividades petrolera, ganadera y agrícola. En tanto se continúa devastando la selva chiapaneca.
Así que como se seccionó con parcelas de cultivos y pastizales para sustituir la selva tropical con las consecuencias que esto implica: En vez de ser consumida por la vegetación exuberante del trópico, la lluvia se precipita río abajo aumentando el caudal exponencialmente. Esto debido a que el consumo y aprovechamiento del agua de lluvia se reduce con los cultivos para consumo humano y el pastoreo desmedido.
De acuerdo con estudios de consumo de agua en la zona revelan que una hectárea de selva utiliza diariamente 289 metros cúbicos de agua. Esto se traduce en un consumo de 0.003344 metros cúbicos por segundo por hectárea de selva original. Si tomamos en cuenta el excedente de 1500 metros cúbicos por segundo, harían falta alrededor de medio millón de hectáreas de selva para que absorbieran ese excedente.
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