Por paradójico que se considere, la crisis financiera mundial que ha repercutido en los bolsillos de toda la humanidad, trae consigo una caída sin precedentes de emisiones de dióxido de carbono (C02) que produce el efecto invernadero.
Esta situación provoca mejoras en los ecosistemas de todo el mundo por los cierres de Bancos, la industria de la construcción y automovilística que, por las ventas raquíticas que registra, obliga a clausuras de sus plantas armadoras o paros técnicos dejando apagadas sus instalaciones eléctricas.
Un estudio realizado por la Agencia Internacional de Energía (AIE), dado a conocer por la BBC de Londres, indica que las emisiones de carbono originadas por la utilización de combustibles fósiles han bajado significativamente en el último año. La mayor en los últimos 40 años.
La investigación sobre el impacto de la recesión en el Cambio Climático (CC) será publicada en noviembre con un adelanto en cifras el 6 de octubre.
No obstante el Financial Times publicó una entrevista con el jefe del estudio, Fatih Birol, quien indica que el cierre de industrias y los recortes en la producción son la causa principal de la disminución de CO2, aunado a otros factores económicos como la paralización de proyectos de construcción de plantas de energía de carbón por la falta de financiación.
Además, la agencia reconoce que las políticas de gobierno para reducir las emisiones de carbono han tenido un impacto significativo, pues estima que un cuarto de la reducción se debe a la implementación de regulaciones a las industrias.
La AIE da como ejemplo tres iniciativas que han repercutido en el Medio Ambiente: La decisión europea de reducir las emisiones en un 20 por ciento para el 2020, la estandarización de las emisiones de CO2 de los autos en Estados Unidos y las políticas de energía de China.
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