Desde 1972 en Estocolmo, cuando se llevó a cabo la Primera Cumbre para la Tierra; a Río de Janeiro en 1992, donde se firmaron acuerdos para proteger la biodiversidad y combatir la desertificación; pasando por Kyoto en 1997, momento clave en donde se establecieron las pautas para reducir las emisiones de Gases de Efecto invernadero; hasta la Conferencia de las Partes (COP 22) celebrada en Marruecos en 2016, las reuniones y acuerdos mundiales para abordar el cambio climático se han transformado en negociaciones que implican un papel activo de parte de cada nación.
Como un integrante de los 195 países convocados por la Organización de las Naciones Unidas para evitar el incremento o descenso en la temperatura del planeta por arriba de 1.5 grados y así resolver en conjunto un problema de índole mundial, México ha mantenido un papel activo y con iniciativa para enfrentar la responsabilidad de ser uno de los 5 países con mayor biodiversidad en el mundo.
México, país megadiverso
Ecosistema lacustre y montañoso en el Estado de México
Entre 8 y 12 % de las especies del planeta se encuentran en México, esto equivale a 200 mil especies; las cifras le otorgan al país el primer lugar en cactáceas, el segundo lugar en reptiles, el tercer lugar en mamíferos y el quinto en mayor cantidad de anfibios, además de encontrarse entre sus mares la segunda barrera coralina en el mundo que abarca 1.000 km entre los estados de Yucatán y Quintana Roo.
Sin embargo esta riqueza natural se ve amenazada por el cambio climático.
Con un total de 1.37 % de las emisiones totales en el mundo que producen gases de efecto invernadero (GEI), México ha establecido su contribución nacional a la reducción de emisiones de GEI con una cifra estimada en 25% para 2030 y así evitar que la crisis ambiental empeore.
Para sumar acciones hacia una sustentabilidad ambiental, en diciembre de 2016 se llevó a cabo la décimo tercera Conferencia de las Partes (COP13), del Convenio de Diversidad Biológica (CDB) de las Naciones Unidas en la paradisiaca región de Cancún.
Derivado de esta reunión, casi la mitad del país mexicano fue decretado como Área Natural Protegida (ANP), al establecerse 181 ANPs que suman un total de 70 millones de hectáreas marinas y 21 millones de terrestres.
Así mismo, se dio a conocer la estricta necesidad de vincular esfuerzos institucionales entre los sectores agrícola, pesquero, forestal y turístico, no sólo para conseguir un tasa de 0 % de deforestación a través de la recuperación de ecosistemas naturales desde donde se pueden captar importantes emisiones de CO2, sino también para asegurar la sobrevivencia de especies animales y permitir la supervivencia humana.
Educación ambiental
Las ideas son vigentes, las estrategias viables, las acciones pertinentes; sin embargo ¿por qué la crisis ambiental es tan inminente y qué se puede hacer para ayudar al gobierno a concretar estos esfuerzos?
Uno de los casos más citados en México sobre la amenaza en la biodiversidad es el de la vaquita marina, el único mamífero endémico que desaparece frente a los ojos del mundo. Su disminución en un 90 % en los últimos 6 años, a pesar de la inversión de más de un millón de pesos, ha generado que actualmente sólo se identifiquen 30 ejemplares en el mar de Cortés.
La comercialización de totoaba al considerarse de gran valor en el mercado asiático lleva a las redes de pescadores a confundirla con la vaquita marina. Este problema deja ver puntos críticos que también afectan a la nación, el comercio ilegal a falta de empleos y la falta de información sobre las consecuencias de esta práctica son una fuerte realidad.
Una de las medidas para tomar acciones colectivas frente al cambio climático es el conocimiento, la educación ambiental, saber cómo afecta a las personas el deterioro ambiental, tener conciencia de la huella humana y tomar acciones para que sea menor su impacto se pueden consolidar a través del periodismo ambiental.
En esa tónica se creará debate y se amplificarán horizontes diversificando los campos laborales relacionados no con la explotación de la tierra y sus recursos, sino con su sustentabilidad, incluso en entornos urbanos.
Desde el área de Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable de la delegación Tlalpan se está llevando a cabo un programa social enfocado en promover las azoteas verdes y macetohuertos en esta zona caracterizada por ser uno de los pulmones de la ciudad de México al encontrarse 10 de las ANP´s de las 24 que existen en la metrópolis mexicana.
La urbanización que caracteriza a las prominentes montañas de la región ahora está encontrando nuevas formas de pensar sus espacios públicos y privados, además de considerar la autonomía alimentaria como una meta a mediano plazo.
Jornada de macetohuertos en Tlalpan
Se dice que de la crisis surgen las oportunidades. En los últimos días la Ciudad de México se ha visto afectada por una de las contingencias ambientales más severas desde el año 2000, una intensa ola de calor que casi llega a los 35 grados por el efecto del concreto en plena temporada de ozono ha activado la Fase 1 de contingencia ambiental por 10 días, a excepción de uno en donde se levantó esta medida, lo cual ha llevado a los habitantes de la metrópolis a cuestionarse si la emergencia ha rebasado cualquier protocolo.
En este caso las medidas del gobierno limitan la circulación de vehículos a partir de criterios que determinan el nivel de su generación de contaminantes, pero ellos son sólo responsables de la tercera parte de este problema, la industria y las actividades humanas también ejercen su propio papel.
Las cifras del gobierno mexicano señalan a la contaminación ambiental como responsable de 22 muertes al año por enfermedades respiratorias y gastrointestinales. Por ello es que independiente a la prohibición de la circulación de vehículos, se motiva a las personas a transformar hábitos tanto en el consumo de productos como en la forma de trasladarse hacia distintos lugares.
Mancha de contaminación en la Ciudad de México
Hacia un desarrollo sustentable
La idea es recurrente: repensar la cotidianidad, considerar el bien propio sin dejar de lado la salud del planeta para evitar el aumento o disminución en la temperatura del planeta.
Uno de los cambios más positivos se enfoca a la transición hacia el uso de energías renovables que sustituyan al petróleo, gas y carbón. En 2015 estos combustibles fósiles constituyeron el 85 % de la generación de electricidad neta generada en México, de acuerdo al informe anual de la Comisión Federal de Electricidad.
Para la reducción de emisiones de carbón hacia la atmósfera, la industria de la extracción de distintos elementos, entre ellos el carbón, sigue causando polémica debido a que empresas mineras aún se encuentran gestionando permisos en el país para operar.
De acuerdo al diario Milenio, las principales mineras mexicanas, propiedad de los hombres más ricos del país, no pagaron por derechos mineros en 2015 o no cumplieron las estimaciones[1], esto sólo manifiesta el círculo vicioso que existe con este sector industrial en México que también refleja el alto grado de corrupción que caracteriza al sector político en la nación.
Transitar en cuanto a la toma de decisiones favoreciendo sectores en los cuales la producción sustentable es una manera equilibrada entre producción y conservación es una forma en la cual se puede reivindicar la mano humana a favor de la naturaleza. Así es como la unión entre los sectores forestal, pesquero, agrícola y de turismo son una buena oportunidad de dinamizar la economía junto a un periodismo ambiental ético, humano y consciente de la vida en el planeta.
[1] http://www.milenio.com/negocios/mineras-mineria-regalias-grupo_mexico-penoles-fresnillo-frisco-milenio-noticias_0_957504419.html
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