Gracias a los Océanos, nuestro hogar es un planeta azul y habitable para el ser humano: regulan el clima, generan oxígeno y alimentos, al mismo tiempo que proporcionan servicios ambientales, de energía y minerales. Entre un 50% y 80% de la vida en la Tierra se encuentra bajo la superficie de estas aguas, lo que los convierte en los pulmones de nuestro mundo al proporcionarnos la mayor parte del oxígeno que respiramos.
El Día Mundial de los Océanos se conmemora cada 08 de junio, y este año, la ONU estableció que el tema de la celebración gire en torno a la innovación que los hace sostenibles, en donde se recalquen las labores a nivel global para la introducción de nuevos métodos, tecnologías, ideas o productos, que son fundamentales para proteger la salud de nuestros mares y de esta manera, beneficiar a millones de personas.
Estas aguas absorben anualmente cerca del 25% del dióxido de carbono (CO2) que se agrega a la atmósfera debido a la actividad humana, lo que ayuda a minimizar el impacto del gas con efecto de invernadero en el clima[1]. Ante este escenario, Pesca Azteca -empresa líder en el ramo atunero en México-, ha puesto en práctica el proyecto Start-Stop, un sistema implementado en sus embarcaciones para disminuir las emisiones de CO2 durante su actividad; actualmente esto les ha permitido reducir 431.03 toneladas. Sin embargo, la compañía se ha puesto como meta incluir dicho programa en toda su flota para este año, con el objetivo de lograr la reducción de 1,072.82 toneladas de CO2.
Estos avances representan una innovación que ayudan a mejorar los modelos de pesca en nuestro país, con un importante impacto positivo por parte de la industria para el cuidado de los piélagos, como también se les conoce a estas aguas. En ese sentido, la organización originaria de Mazatlán, Sinaloa, también hace uso de tecnología de punta que permite generar procesos avanzados de monitoreo de maquinaria, equipo y telecomunicaciones, además de capacitación constante a sus tripulantes y personal de tierra sobre el cumplimiento de los estándares de respeto al medio ambiente y el ecosistema.
Por otra parte, ejercen un estricto apego a Convenios Internacionales para prevenir la contaminación de los buques, por ejemplo, a la Organización Internacional Marítima (OMI), que revisa la eliminación de residuos por hidrocarburos y otras sustancias dañinas.
Lo anterior, ha permitido que la compañía pesque alrededor de 66,000 toneladas anuales de atún aleta amarilla, para que líneas como Atún Dolores® lleguen de manera sustentable a las mesas para disfrutar de una proteína práctica, versátil, de alto valor biológico y con gran sabor para las familias mexicanas.
En sus plantas procesadoras, no solo desmenuzan el atún a mano para la producción de más de 2 millones de latas diarias, también la innovación en la industria ha permitido producir y comercializar esta proteína marítima en presentaciones como medallones, hamburguesas, carnitas, fajitas, entre otros, para aprovechar al máximo el producto extraído y evitar más viajes al mar para impulsar la productividad.
El vasto territorio mexicano ocupa el lugar 14 de los países más extensos del planeta, con una superficie oceánica del 65%. La afortunada ubicación geográfica entre dos regiones marinas que incluyen la del Pacífico mexicano (los golfos de California y Tehuantepec), y la del Atlántico (con el Golfo de México y el Mar Caribe), explica la gran diversidad biológica y amplia gama de recursos y ecosistemas marinos que, en términos de litorales, sitúan a nuestro país en el lugar doce entre las naciones mejor dotadas del mundo.
Este día es un recordatorio del gran papel que juegan los océanos en nuestras vidas, con el objetivo de concientizar a la población y a los organismos que trabajan en ellos, para fomentar su protección y utilizarlos de forma sostenible para velar por nuestra supervivencia.
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