El gobierno y el sector productivo mexicano deben redirigir sus esfuerzos a mitigar el cambio climático, impulsar las energías renovables y generar mejores condiciones de vida para los mexicanos a fin de reducir los impactos negativos de la política antimigrante y de menoscabo al medio ambiente que impulsa el nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Esto es parte esencial de tener en la nación, una real economía verde, indicó Gustavo Ampugnani, director ejecutivo de Greenpeace México, quien, añadió que “rechazamos cualquier idea de construir muros que separen a las naciones, así como los valores de división, miedo y odio que Trump busca empoderar en sectores concentrados de la sociedad estadounidense”.
Los impactos derivados del cambio climático (sequías, inundaciones, etc.) potencian la migración obligada, muchas veces ocasionada por la falta de oportunidades laborales dignas y bien remuneradas, inseguridad y degradación del medio ambiente. Es un círculo vicioso que se debe combatir con o sin el apoyo de Estados Unidos; más cuando ambas naciones tienen diversos proyectos en sus ecosistemas fronterizos, tratados en agua, y planes de preservación de especies.
Detalló que “la sociedad mexicana es altamente vulnerable a los efectos del cambio climático y el gobierno de Estados Unidos no sólo no ve este tema como una amenaza seria sino que lejos de tomar medidas para reducir sus emisiones, la política energética impulsada por Trump agravará más aún este problema. En este contexto, nuestro gobierno está obligado a redoblar sus esfuerzos en esta materia para compensar de alguna manera el retroceso en la lucha contra el calentamiento global que habrá durante el mandato de Trump”.
Indicó que existen alternativas para responder a estos problemas como es impulsar el uso de las energías renovables. Sólo se necesita enfocar los recursos económicos en las áreas estratégicas que permitan aprovechar el sol y el aire de manera adecuada para incentivar las inversiones en este sector que, en el mediano plazo podrían crear hasta 6.9 millones de empleos en el mundo y medio millón en México. Por ejemplo, para aprovechar la energía solar en el calentamiento de agua y generación de electricidad en techos y azoteas de México.
Recalcó que “es impostergable actuar de manera contundente e impulsar decididamente las energías renovables para con ello reducir nuestra dependencia al petróleo, disminuir la generación de emisiones de gases de efecto invernadero y generar empleos de bajo impacto ambiental, dignos y bien remunerados para los mexicanos, siendo la falta de empleos una de las principales causas de la migración hacia los Estados Unidos”.
Desde Greenpeace hacemos un llamado al gobierno de Enrique Peña Nieto a que lidere la creación de las condiciones propicias para voltear a aquellas alternativas que den a los mexicanos certeza de desarrollo, empleos sostenibles y un futuro menos amenazado por el cambio climático.
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