Bajo la premisa de que es necesario un paisaje armónico para una mejor calidad de vida, ya que el exceso de información, figuras y colores en espacios abiertos cubiertos de publicidad causa en los habitantes cansancio mental y a mediano plazo provoca estrés y sensaciones de angustia –e incluso, en niveles extremos, brotes de violencia–, llevaron a la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (F.R.R.P.U) fomentar el que la ciudadanía debe luchar por su derecho a vivir en un entorno libre de contaminación visual y sumarse a los esfuerzos por tener una ciudad limpia de publicidad exterior irregular.
Es por este motivo que la F.R.R.P.U lanza la campaña CONciencia SINpublicidad la cual consiste en comparar una serie de imágenes postales de espacios públicos, monumentos y sitios representativos de la Ciudad de México, con publicidad exterior, en contraste con la limpieza que significa mantenerlos libres de esta contaminación. La F.R.R.P.U exhorta a toda la población a participar de manera activa en ésta y compartir a través de las redes sociales de la F.R.R.P.U los nombres de los sitios emblemáticos y/o espacios públicos que desean disfrutar sin publicidad exterior.
Al respecto, el urbanista David E. Baltazar Castañón, Presidente del Colegio de Urbanistas de México, comentó que cuando una ciudad, una colonia o una calle no es agradable a la vista, la gente ya no siente ningún tipo de arraigo. Asegura, “la habitabilidad de la ciudad es el confort del habitante”.
Agregó que en definitiva la publicidad exterior impacta de manera negativa en el paisaje urbano; pone como ejemplo a la ciudad Nueva York, en Estados Unidos, donde existen zonas muy específicas donde la publicidad —instalada con respecto a las dimensiones de los edificios— está regulada, e incluso forma parte de los atractivos turísticos.
El especialista explica que el urbanismo por sí solo no puede mejorar la calidad de vida de los habitantes, que éste tiene que ser un complemento de varios factores y que en ese sentido el gremio ha luchado para que se instaure un reglamento de tipología arquitectónica de la ciudad. “El urbanismo puede ser muy propositivo si la autoridad instaura este tipo de normatividad”.
En el mismo tono, Pamela Ileana Castro Suárez, Maestra en Urbanismo con especialidad en Desarrollos Inmobiliarios por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que de acuerdo a su experiencia al visitar otros países, la publicidad exterior puede formar parte del paisaje urbano, ya que ésta incluso puede contar en ocasiones con cierta calidad artística. No obstante, la repetición de la misma en diversos puntos de la ciudad es lo que causa molestia.
Del mismo modo, comenta que en las ciudades hay ambientes que resultan muy poco dinámicos, por lo que recurrir a la publicidad exterior funciona para trabajar en un paisaje más complejo, aunque por supuesto existen otros elementos naturales de diferente índole que definitivamente pueden lograr este objetivo; como el agua, elementos verdes y elementos construidos.
“Por otra parte también están las posibilidades que tienen los dueños de obtener ganancias de eso, como todo en la ciudad. ¿A quiénes estás beneficiando y a quién estás perjudicando? Por lo general beneficias a muy pocos y perjudicas a la inmensa mayoría. Lo que siempre tratamos de hacer en urbanismo es que estos beneficios sean más compartidos”, comenta al respecto. “Si esos recursos de la publicidad se utilizaran para darle mantenimiento o tener ingresos para el mantenimiento de conjuntos habitacionales, por ejemplo, no lo veo mal”.
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