El agua es cuestión mayor para todas las naciones, las ciudades, las personas. Para usted como para mí. Lo decía Adolfo Aguilar Zínzer: “el agua es cuestión de seguridad nacional”.
Hasta hace poco, quienes habitamos en la ciudad de México y área metropolitana, semejantes afirmaciones no nos conmovían. Excepto a gente de Iztapalapa, en el Distrito Federal. ¿Cómo sentirnos preocupados si bastaba abrir la llave para dejar correr el líquido? Hasta ahora comprendemos cuánto es de vital.
Por eso resulta importante escuchar a expertos de países que por razones geográficas saben con amplitud el significado de “líquido vital”. De países que han desarrollado técnicas de alta eficacia, para desalinizar agua de mar y “limpiar” agua residual. Han encontrado métodos efectivos de riego por goteo destinado a producir frutas y verduras, flores, y a crianza de animales. De países, como Israel, que confieren una importancia mayor a acuerdos internacionales sobre acuíferos transfronterizos.
Asistimos a la conferencia magistral: “Experiencia de Israel en el manejo sustentable del agua”, impartida por Eilon Adar, director del Instituto Zuckerberg de Investigación sobre el Agua, de la Universidad Ben-Gurión, en el Neguev, Israel.
Se presentó en el Instituto Cultural México-Israel (www.mexico-israel.org), que bien dirige Dinorah Isaac, localizado en República de E Salvador 41, en el Centro Histórico de la Ciudad.
El acto, dedicado a la memoria del ingeniero Pedro Dondish, mexicano ilustre, fue promovido por la Asociación Mexicana de Amigos de la Universidad Ben-Gurión en el Neguev, A.C.; el Instituto Cultural México-Israel; el sistema de Agua de la Ciudad de México y la Secretaría del Medio Ambiente del gobierno del DF. Fue una expresión de cooperación de Israel a México. Oportuna cuando “el destino nos alcanzó”, dijo el ingeniero Ramón Aguirre, director del Sistema de Aguas de la ciudad. Cuando las autoridades advierten que en febrero del 2010 nuestras fuentes de abastecimiento se pueden agotar.
Escuchar a un experto como el doctor Adar, ciudadano de un país que sabe valorar el recurso donde, por su ubicación geográfica, es un bien escaso, es llamado a la conciencia de quienes vamos a un destino semejante. Conciencia, por supuesto, de las personas y autoridades responsables. Por actitudes entre unos y otros parecería igualmente escasa.
En personas, en tanto no hemos aprendido a racionalizar el uso del líquido. En autoridades, porque entre mucho más, no todas asumen que una cosa es el agua recibida desde acuíferos y presas, y otra la distribuida a través de una red que convierte en mito la disponibilidad 350 litros diarios por persona en área metropolitana.
Comentarios relativos tuvimos la oportunidad de hacer con Wendy Coss y León, gentil directora de editorial 3w México. Publica Teorema, www.teorema.com.mx; Protocolo, www.protocolo.com.mx y 2000Agro, 2000agro.com.mx. También charlamos con David Castellón, calificado conferenciante en temas sobre agua y calentamiento global; con Sergio Pineda, físico experto en desarrollo social; Santiago Morales, especialista en asuntos electorales, entre los cuales obligado el tratamiento de los recursos naturales es tema obligado.
Entre quienes esperamos conciencia sobre el recurso están los diputados federales. Su Comisión de Recursos Hidráulicos la preside Oscar Javier Lara Aréchiga, sinaloense. Precisamente en esa comisión hemos platicado ampliamente sobre el agua y sus circunstancias, con Miguel Martínez Valenzuela, ingeniero. Ha sido secretario técnico de ella y su experiencia es ampliamente reconocida.
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