La falta de limpieza puede tener efectos sumamente negativos en distintos y diversos aspectos de la vida diaria, pues no sólo representa riesgos para la salud, sino que se ve condicionada por la disponibilidad de agua y puede afectar la dimensión económica, social y ambiental de las organizaciones, empresas y comunidades. La prevención de todo ello puede lograrse a partir de protocolos y hábitos de consumo de agua que son aplicables desde niveles micro, con acciones tan sencillas como el lavado de manos al interior de las instalaciones de una organización; hasta lo macro, como las medidas tomadas en plantas embotelladoras, cadenas de comida rápida o cadenas hoteleras.
Ecolab, líder mundial en soluciones y servicios de agua, higiene y prevención de infecciones, reconoce que las acciones de la industria y la creación de conciencia sobre la importancia del ahorro de agua y de mantener condiciones higiénicas óptimas en las actividades productivas y de quienes las ejecutan, a través de soluciones que promuevan la reducción del impacto ambiental, son de vital relevancia.
En México, 40% de las empresas padecen impactos económicos negativos a causa de la escasez de agua. A nivel nacional, el costo promedio anual derivado del uso de agua por parte de las empresas es de 15 mil 565 pesos, pero en Nuevo León se eleva hasta 52 mil 87 pesos, estado al que se le suman la Ciudad de México, Guanajuato, Querétaro, Quintana Roo, Morelos, Tlaxcala, Baja California, Aguascalientes y el Estado de México con costos elevados y menor disponibilidad de agua, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, y la Universidad Nacional Autónoma de México.
Mantener la higiene y minimizar el consumo de recursos no debería estar condicionado por dichos factores, pues si bien elementos como el agua son indispensables para la limpieza, es posible contar con espacios e insumos libres de suciedad y agentes patógenos a través de jabones o detergentes que no requieren enjuague, además de tecnología que reduzca el consumo, recicle y reutilice el líquido.
“Sin importar la industria, encontramos soluciones seguras, sustentables y fáciles de implementar para crear entornos más limpios y saludables. Desde el laboratorio donde estudiamos agentes patógenos emergentes hasta los restaurantes, hoteles y hospitales en los que comemos, nos hospedamos, trabajamos y curamos, Ecolab aporta soluciones basadas en la ciencia para promover la reducción del consumo de agua en nuestras operaciones y las de nuestros clientes sin comprometer la higiene, la limpieza y la inocuidad en diversos sectores”, señaló Samantha Salamanca, líder de la División Institucional de Ecolab México.
Todo programa de higiene efectivo y sostenible debe capacitar adecuadamente al personal sobre cómo y cuándo usar las soluciones adecuadas, además de contar con asesoramiento a los clientes o usuarios finales. Las empresas deben contribuir a que el ahorro de agua se convierta en un hábito en los momentos clave y puntos relevantes de la producción, presentación, recepción de huéspedes, preparación de alimentos, limpieza de instalaciones o exhibición de productos, según el sector o giro de cada una.
Contar con herramientas y soluciones adecuadas, permite anticiparse a la escasez de agua y determinar acciones que protejan la productividad y reduzcan el impacto económico que ello podría ocasionar. Un ejemplo se da en la industria panificadora, donde las bandejas y moldes de aluminio que usualmente tienen un tiempo de vida reducido requieren una limpieza intensa para remover residuos de grasa y de carbón, lo que implica cantidades elevadas de agua.
“Citemos un ejemplo sobre el sector panificador, una de las actividades productivas en México que consume agua, requiere de inocuidad y su limpieza toma largos periodos. A través de soluciones especializadas de Ecolab, es posible reducir 15 horas de trabajo al mes e incontables litros de agua al sumergir las bandejas en una solución de KAY SuperSoak y agua que puede durar hasta un mes removiendo profundamente la suciedad sin necesidad de usar equipo de protección personal y sin agregar más agua”, finalizó Samantha Salamanca.
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