De acuerdo al Consejo Civil Mexicano de Silvicultura Sustentable (CCMSS), en los últimos años, México ha recibido más de 400 millones de dólares (MDD) del Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF) de los cuales más de la mitad han financiado proyectos vinculados con paisajes forestales.
En donde dichos trabajos han sido fructíferos para la política de conservación y manejo de los bosques, existiendo oportunidades para mejorar el desempeño de las nuevas inversiones que se harán a partir del 2015.
De los 247.9 millones de dólares asignados por el GEF al sector ambiental (59% del total asignado a México), 53% se ha destinado a proyectos en áreas naturales protegidas (Conanp), 22% a temas ambientales que incluyen contaminación y residuos (Semarnat), 11% a temas específicamente forestales (Conafor), 7% a biodiversidad a través de la Conabio, 5% al Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) y 2% a la Comisión Nacional del Agua (Conagua), con poca presencia de proyectos dirigidos por instituciones de gobiernos estatales (3%) y de sociedad civil (2%).
De los 55 proyectos nacionales financiados con recursos del GEF, se han identificado 15 proyectos que se relacionan directamente con ecosistemas forestales al apoyar el fortalecimiento de diferentes esquemas de conservación como áreas naturales protegidas, pago por servicios ambientales y manejo forestal sustentable, además de proyectos para sistemas de gestión y ordenamiento territorial que promueven la conectividad del paisaje como los proyectos: Corredor Biológico Mesoamericano (CBMM), Fortalecimiento en la efectividad y la resiliencia de las áreas naturales protegidas para la conservación de la biodiversidad bajo condiciones de cambio climático y Conservación de cuencas costeras en ambientes cambiantes.
Si bien el GEF ha tenido buenos resultados en México, también enfrenta retos y oportunidades de mejora
para incrementar los resultados positivos en las regiones forestales. Los principales retos que enfrenta actualmente son: Retomar el objetivo original del GEF, fortaleciendo el compromiso de concebirlo como una fuente de financiamiento para innovaciones de diseño que resulten en la creación de políticas públicas y mejora de las existentes.
Prestar especial atención a las evaluaciones independientes para mejorar sus aportes al diseño y mejora de políticas públicas.
Proponer mejoras a las reglas de operación de las agencias implementadoras, con la finalidad de simplificar y agilizar los procesos y dar mayor autonomía en la ejecución de proyectos.
Apoyar la creación de fondos a nivel estatal o regional para la restauración de los ecosistemas degradados y más vulnerables al cambio climático, así como la prevención y recuperación de ecosistemas afectados por eventos climáticos extremos (LGCC).
Dado que el GEF se ha convertido en un canal importante para el financiamiento de proyectos ambientales en México y para fortalecer el presupuesto ambiental público, el CCMSS considera necesario que para aprovechar mejor el potencial del financiamiento GEF y mejorar el rendimiento de los proyectos en regiones forestales del país, el diseño, selección, implementación y evaluación de los proyectos GEF aborde los siguientes temas clave:
Los proyectos GEF no sólo deben impulsar la conservación y el manejo de los recursos naturales, sino también el empoderamiento de los dueños y habitantes de los territorios donde se realizan tales proyectos.
Al buscar el fortalecimiento del capital social, las estructuras de gobernanza local y del robustecimiento y aumento de capacidades institucionales, financieras y técnicas de las organizaciones comunitarias locales y de las organizaciones de sociedad civil que participan en la preparación y ejecución de los proyectos, se podrá asegurar el éxito a largo plazo de los proyectos financiados por el GEF para la gestión sustentable del territorio y la apropiación local de los mismos. Al respecto, la experiencia del Corredor Biológico Mesoamericano resulta fundamental para identificar las condiciones donde el fortalecimiento de estructuras de gobernanza ha permitido integrar acuerdos entre diversos actores sobre las intervenciones territoriales.
Garantizar la innovación en la formulación de proyectos a nivel de paisaje, impulsando la conectividad ecológica y el manejo integral del territorio por parte de las comunidades para atender las causas de la deforestación y degradación en las distintas regiones del país, así como mejorar la adaptación de los ecosistemas forestales y los medios de vida de las comunidades rurales.
Asegurar que los proyectos GEF impulsen el desarrollo de capacidades para la coordinación intersectorial e institucional. Los distintos niveles (nacional, regional y local) en donde se ejecuta el presupuesto ambiental público y el financiamiento del GEF apuntan hacia la necesidad de una mayor coordinación entre sectores e instituciones gubernamentales. Además, para atender las causas subyacentes de la deforestación es necesario que los proyectos GEF promuevan la colaboración entre diversos sectores (forestal, agropecuario, desarrollo social) e instituciones gubernamentales.
Fortalecer el papel de los estados y municipios en el diseño, implementación, integración sectorial, monitoreo de acciones e identificación de objetivos a nivel regional. El diseño e implementación de proyectos GEF se presenta como una oportunidad para impulsar el fortalecimiento institucional de los estados y para generar estrategias que tomen en cuenta las prioridades establecidas a nivel subnacional. Cabe destacar que diversos estados han desarrollado procesos para generar estrategias estatales para reducir emisiones por deforestación y degradación forestal (REDD+) que deberían ser integradas en la lógica de los proyectos GEF de alcance territorial.
Garantizar la participación de la sociedad civil y de los dueños de los territorios forestales en el diseño, implementación y evaluación de los proyectos financiados por el GEF. Para ello es necesario fortalecer el proceso de participación en la definición de la Cartera Nacional para el GEF-6 y asegurar la transparencia y el acceso a la información referente al diseño, selección e implementación de los proyectos. En este sentido, la consulta pública dirigida y la convocatoria de proyectos son una buena oportunidad para mejorar la operación del GEF.
Debido a la importancia del Programa de Pequeñas Donaciones para fortalecer la participación de comunidades locales, organizaciones de base y sociedad civil en la ejecución de proyectos financiados por el GEF y la creación de sinergias entre proyectos, se sugiere aumentar el techo presupuestal y ampliar las regiones actualmente apoyadas por dicho Programa. Esto con el objetivo de ampliar el papel de la sociedad civil y comunidades en la preparación y ejecución de proyectos para asegurar impactos positivos a escala local.
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