Sustentabilidad

México: científicos y tecnólogos “bizantinos”

México sólo podrá enfrentar la mitigación y adaptación al Cambio Climático integrando a la ciencia y tecnología en la toma de decisión e implantación de políticas de desarrollo sustentable y para lograrlo debe pasar del .4% del PIB, destinado a estos rubros, a más del 1% y fomentar estos sectores para alcanzar mejoras ambientales, sostienen investigadores nacionales.
Tras 30 años de reflexión mundial, el desarrollo sostenible es la asignatura pendiente de la humanidad. De ahí, la importancia de actuar de forma inmediata, sin supeditar la sustentabilidad a ninguna actividad o tiempo electoral, pues el Medio Ambiente se sigue deteriorando y urge fomentar una nueva conducta social consciente que opte por la protección de los ecosistemas. 

En entrevista con Mi Ambiente, Isabel Studer, directora del Instituto Global para la Sostenibilidad del Tecnológico de Monterrey, expuso la obligación de las universidades de generar conocimiento para crear políticas públicas sustentables, como lo hace China que invierte 40 mil millones de dólares en energía renovable o Brasil que trabaja en dicho sector desde hace 20 años e invierte 6 mil millones de dólares, mientras que México sólo le dedica 3 mil millones de pesos.
“Tenemos que trabajar todos los sectores para abrir los ojos a los políticos en apoyo a la ciencia y tecnología; no sólo hacer llamados al Presidente electo Enrique Peña Nieto, sino a todos los gobiernos municipales, estatales, congresistas, senadores, etc., lo cual debe hacerse desde la sociedad”, dijo.
Enfatizó que “ya es momento que las universidades impulsen la ciencia e investigación aplicada a la necesidad social, no sólo conocimiento de gabinete o artículos publicados para hacer puntos en la cátedra, pues no podemos seguir con ciencia que no salga a la realidad; debemos impulsar que la agenda científica ayude a resolver los problemas sociales y si bien se camina poco a poco y no son modelos perfectos, con asociación de la iniciativa privada podremos enfrentar esta coyuntura”.
El año pasado la Auditoría Superior de la Federación (ASF) expuso el grave problema sobre esta materia, al señalar que, al menos, 99 por ciento de la producción de conocimiento en México se concentra en la publicación de artículos científicos, lo que de manera significativa ha desplazado la generación de patentes, a lo cual el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) indica que en 2010 sólo se otorgaron 229 registros a inventores mexicanos, de un total de 9 mil 399.
Cuestionado por Mi Ambiente, Alberto Jiménez Merino, presidente de la Fundación Científica y Cultural “Isidro Fabela”, filial Puebla, aceptó que “se ha invertido poco en ciencia, aunado a que las investigaciones de los casi 14 mil investigadores del Sistema Nacional de Investigadores no aplican sus estudios en la vida cotidiana, como tratar de solucionar el hambre, deforestación y contaminación y lamentó que la pasada legislatura federal no haya aprobado la propuesta de incentivar la innovación científica y tecnológica para atención de las necesidades de México. 

En materia de inversiones en este sector, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) refiere que en el 2000, 80% de la inversión en ciencia y tecnología era recurso público y en 2011 cambió a 55% pública y 45% privada, aunque, indica un estudio de este organismo, hace falta que el porcentaje privado se incremente, pues en países de primer mundo, es del 70%. 

TECNOLOGÍA MEXICANA PROECOLÓGICA 

Pese a este panorama nada halagador, México cuenta con trabajos de técnica al servicio del Medio Ambiente, como lo indica Mauricio Reséndez, gerente de Marca Mabe, quien, en entrevista con Mi Ambiente, explicó, en principio, que el consumo de agua en el lavado de ropa en un hogar mexicano es equivalente al 37% del gasto de este recurso por una familia; por ello, la necesidad de actuar al respecto.
Abundó que una lavadora automática utiliza hasta 200 litros por descarga, por lo que había la necesidad de nueva tecnología y, en menos de 4 años de trabajo, el Centro de Tecnología y Proyectos en Investigación de esta empresa, ubicado en Querétaro, Qro., diseñó el modelo de lavadora Aqua Saber que usa una descarga de sólo 80 litros.
Añadió que se invirtió en la nueva plataforma de lavadoras de uso doméstico 3.7 millones de dólares en tecnología que permitirá el ahorro de hasta 60% de agua (lo que se traduce a 120 litros por carga y suma hasta 50,000 litros anuales) y un ahorro de 50% de energía durante los procesos de lavado.
“Es sumamente importante trabajar en el desarrollo de tecnología en ahorro del agua y más en este rubro del mercado nacional que, en promedio, al año vende más de un millón de lavadoras”.
A este respecto, José Antonio Urteaga, director de Operaciones de la Agencia del Desarrollo de Estados Unidos (MGM Innova), dijo a Mi Ambiente que el caso Mabe sobresale al buscar ahorrar recursos no sólo interna sino externamente. Otro ejemplo de esta implementación de técnica mexicana ambiental será el Instituto de Investigaciones Eléctricas que, mediante un donativo de 38 millones de dólares del Banco Mundial, creará generadores eólicos para su posterior desarrollo comercial.
Falta planificación urbanacon visión científica
De acuerdo a las conclusiones de la Cumbre de Negocios Verdes, organizada por el ITESM, en México y otros sitios del mundo, las ciudades padecen graves desajustes que las alejan de ser sustentables y no pueden catalogarse como ejemplos de aplicaciones urbanísticas y científicas acordes al siglo XXI. Se estima que las cuatro grandes urbes de México (DF, Monterrey, Guadalajara y Puebla) duplicarán su población en los siguientes 20 años, por lo que urge aplicar soluciones urbanísticas y científicas en su desarrollo. De acuerdo a ICLEI, a nivel mundial, se estima que se requieren 3 billones de euros para crear infraestructura global sustentable. Sobre este tema, Gabriel Lagos, director de Sustentabilidad de Casas Geo, dijo a Mi Ambiente que el crecimiento urbano es inevitable, lo grave es cómo se realiza sin contar con bases de ciencia y técnica como sustento del nuevo urbanismo. “Estamos dando los primeros pasos de un largo camino hacia la sustentabilidad y en la industria de la vivienda tratamos de actuar tomando medidas acordes a los nuevos requerimientos de crecimiento sustentable”, manifestó.  Igualmente, dijo que México tiene un rezago particular en urbanismo que puede desembocar en pérdida de competitividad urbana, por lo que “debemos enfocarnos en un crecimiento más planificado y con uso de ciencia y técnica como sostén de la toma de decisiones”. r

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