Aunque a nivel mundial China es el principal consumidor de SAO –en el año 2004 consumió cerca de 60% del total mundial- México también contribuye con la emisión de estas sustancias. En nuestras casas usamos refrigeradores, en las oficinas e industrias hay extintores de fuego y consumimos muchos productos agrícolas cuya producción requirió del uso de plaguicidas. En cada uno de estos bienes y productos puede estar presente una sustancia agotadora del ozono. Entre más sustancias que destruyan al ozono usemos en la elaboración o funcionamiento de nuestros productos de consumo, mayor será nuestro impacto sobre la capa de ozono y mayor nuestra contribución a la formación del agujero de ozono. En el año 2004, México contribuyó con alrededor de 2.7% del consumo mundial de SAO.
En México, el consumo de SAO se dirige predominantemente a los CFC –que son empleados en la refrigeración- con alrededor de 50% del consumo total. Los HCFC –también usados en la refrigeración- constituyen 22% del consumo total y el bromuro de metilo –y utilizado en plaguicidas- representa 25%. El consumo total de SAO en México ha disminuido de manera constante: en 2005 fue 73% menor que el reportado para 1989.
Fuente: Semarnat. ¿Y el medio ambiente? Problemas en México y el mundo. Semarnat. México. 2008
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