El gobierno de México propuso nuevas regulaciones para reducir las emisiones contaminantes de metano del sector petróleo y gas, lo que ayuda a México a avanzar en sus compromisos climáticos internacionales. Los lineamientos, una vez finalizados, colocarán a México entre los principales países que controlan las emisiones de metano como una forma de cumplir sus objetivos climáticos y evitar el desperdicio de energía.
El metano es un poderoso contaminante y el componente principal del gas natural que genera el 25 por ciento del calentamiento global actual. Grandes cantidades de metano pueden escaparse a la atmósfera a través de fugas y del venteo, que ocurren a lo largo de toda la cadena de suministro del petróleo y el gas. México es el quinto emisor más importante de metano en el mundo.
“Lograr tener rápidamente normas sólidas en cuanto al metano puede ayudar a asegurar la independencia energética de México y garantizar que su creciente industria del petróleo y el gas opere de la manera más eficiente posible. La reducción de fugas de gas metano beneficia al medio ambiente, a la economía y a las comunidades de México.
“México ha demostrado un gran liderazgo en el desarrollo de normativas consistentes para abordar la contaminación por metano. Las reglas preliminares presentadas se basan en los aprendizajes de otros países que ya controlan con éxito las emisiones de metano del sector petróleo y gas en América del Norte.
“México es el ejemplo más nuevo de la creciente acción internacional para atajar un problema climático crítico pero resoluble. La próxima administración puede construir sobre este liderazgo implementando eficazmente las regulaciones de metano y al seguir posicionando a México a la vanguardia de los problemas climáticos”, mencionó Drew Nelson, director de Asuntos Internacionales, Energía.
La industria del petróleo y gas está reconociendo la importancia de reducir el metano. Recientemente, Pemex acordó un futuro de emisiones de metano cercanas a cero junto con otros nueve grandes productores. ExxonMobil y Equinor, inversionistas en sector energético de México, también están trabajando para desarrollar tecnologías para controlar el metano. Si la industria y las medidas de política pública se conciertan para reducir las emisiones de metano, el panorama climático podría cambiar.
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