Para el Instituto Nacional de la Mujer (Inmujer) en México la población es joven, de acuerdo con la estructura por edad, lo que impone retos específicos en la planeación en términos de creación de empleo para las personas que entran en la edad activa y de mantenimiento de la oferta laboral para aquellos adultos que ya han acumulado años de trabajo y experiencia.
Según el Censo de Población y Vivienda 2010, en México había 112 millones 336 mil 538 personas, de las cuales 51.2 por ciento eran mujeres y 48.8 por ciento hombres.
Uno de los motivos por los cuales la juventud se ve orillada a abandonar los estudios o bien a dedicarse sólo de forma parcial, es la necesidad de trabajar por un pago remunerado, en especial los hombres.
Datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo 2012, segundo trimestre, la tasa de participación económica masculina ascendió a 41.9 por ciento para el grupo de 14 a 19 años y más del doble (85.2%) para el siguiente grupo de 20 a 29 años. La participación económica correspondientes a las mujeres eran de 20.7 y 50.3 por ciento, respectivamente.
En un comunicado, el Inmujer informó que en esas edades es común la unión en pareja, lo que conlleva la responsabilidad de encabezar un hogar y trabajar económicamente, tal como lo reflejan las tasas de participación económica masculina.
En lo que se refiere a la participación doméstica de las mujeres entre 14 y 19 años y 20 a 29 años, 93.8 por ciento y 95.7 por ciento participa en esas actividades, mientras que los jóvenes 70.5% y 62.2% respectivamente, lo que da cuenta de la permanencia de roles de género.
En 2010, la población adulta mayor -60 años y más- representaba 9.4 por ciento del total de la población femenina y 8.5 por ciento del total de población masculina. A pesar de su bajo peso relativo, la población adulta mayor está creciendo de manera acelerada.
Se prevé que para 2030, las mujeres de 60 años y más representen 16 por ciento del total de población femenina y los hombres el 14.3% del total de población masculina, de acuerdo con estimaciones del Consejo Nacional de Población.
Este proceso, resultado de la disminución de la fecundidad e incremento en la esperanza de vida, se conoce como envejecimiento demográfico y tiene implicaciones importantes para los sistemas de pensión y jubilación, así como para el sistema de salud.
Entre 2000 y 2010, la población de 60 años y más se incrementó de 3.7 millones de mujeres a 5.4 millones y de 3.3 millones de hombres a 4.7 millones.
Al igual que sucede en el resto del mundo, la sobrepoblación femenina en esas edades es resultado de estilos de vida de mujeres y hombres, todos fuertemente asociados con roles estereotipados que la sociedad ha definido como femeninos y masculinos.
Las principales causas de muerte de la población de 60 años y más para 2011 fueron las enfermedades del corazón, diabetes mellitus y tumores malignos. Los porcentajes para hombres y mujeres son similares, 23.4 y 24.4 respectivamente; la diabetes afecta más a mujeres (18.1%) que a hombres (14.9%) y los tumores malignos, causa por la que muere 13.3 por ciento de los hombres adultos mayores comparado con 12 por ciento de muertes femeninas en el mismo grupo de edad.
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